“Preparen los pañuelitos para el clímax final”, anuncia el más reciente tráiler de la cuarta temporada de Sex Education, serie de Netflix que desde este jueves empezará a decirle adiós a sus fanáticos.
El doble sentido no es nuevo en la retórica de la producción británica que, desde su estreno en 2019, se instaló como un excelente ejemplo de cómo tratar ciertos temas en la pantalla sin perder gracia y estilo narrativo.
En este caso, el paralelismo entre un orgasmo y la emoción de una despedida es más que apropiado para dar cuenta del cierre de una historia que lo tuvo todo, pero que quedará en la memoria de millones de espectadores por su sutileza y su desparpajo para hablar de una de las variables que atraviesan a la especie humana sin distinciones: la sexualidad.
A esta altura, y tras una espera prolongada (la tercera temporada se estrenó en septiembre de 2021), es evidente que las lágrimas correrán por las mejillas de muchos seguidores de una serie que supo ganarse un lugar entre las mejores comedias de su tiempo. Y es seguro, también, que el cierre de Sex Education tendrá más de una referencia a la llamada “pequeña muerte”.
Cierre con varias novedades
A dos años del último estreno simultáneo de todos los episodios de su tercera entrega, Sex Education inicia su final en una nueva etapa para los estudiantes del instituto Moordale. Luego del cierre del colegio en la tercera temporada, Otis (Asa Butterfield) y sus compañeros llegan a Cavendish, una escuela progresista que recibe al protagonista con una noticia inesperada: en esta nueva institución él ya no es el único terapeuta sexual con un “consultorio” para sus pares.
Pero no todos los estudiantes de Moordale están presentes en esta nueva escuela. Maeve (Emma Mackey), amor platónico de Otis y secuaz inicial en su emprendimiento como consultor y asesor sexual para adolescentes, se ha instalado en Estados Unidos por un programa para superdotados. Allí tendrá la influencia directa del escritor y profesor Thomas Molloy (Dan Levy), aunque la distancia con su antigua vida jugará un papel preponderante en estos ocho capítulos finales.
Luego de varias idas y vueltas, y de un esperado beso al promediar la temporada pasada, la pareja de protagonistas tuvo una despedida con sabor amargo, pero con un claro “hasta luego” que tendrá su resolución en los próximos episodios. Por lo visto en los avances, la relación a través del Atlántico entre Otis y Maeve traerá también referencias al sexting y los vínculos sexuales mediados por la tecnología.
Por su parte, Jean (Gillian Anderson, madre de Otis y responsable de sus conocimientos en materia de sexualidad) inicia la temporada final con una hija recién nacida. Tras un parto complicado, la especialista afrontará la crianza de Joy entre la visita de su hermana y la ausencia de su expareja, Jakob (Mikael Persbrandt). Él y su hija (Ola, Patricia Allison) son dos de los personajes que no estarán en este cierre. Los otros son Lily (Tanya Reynolds), Olivia (Simone Ashley) y la profesora Emily (Rakhee Thakrar).
Esta sangría de parte del elenco se complementará con nuevas caras asociadas a la mudanza de los estudiantes de Moordale a Cavendish. En esta institución, en la que el clima es muy diferente a lo que sucedía en la antigua escuela, O (Thaddea Graham, la otra “terapeuta” que pone en riesgo de Otis), Aisha (Alexandra James) y la pareja formada por Abbi (Anthony Lexa) y Roman (Felix Mufti) son algunas de las novedades de un universo que, antes de su cierre definitivo, tuvo que dar un volantazo en materia de casting.
Caras nuevas, ¿el mismo aire?
Estas adiciones al elenco transformarán el perfil de personajes presentes desde el comienzo. Es el caso de Eric (Ncuti Gatwa), amigo gay de Otis que en esta nueva etapa encajará de lleno en la lógica social de su nueva escuela. Su exnovio Adam (Connor Swindells), en tanto, no será parte de ese cambio tras su decisión de empezar a trabajar como entrenador de perros.
También podremos ver el desarrollo de personajes secundarios cada vez más conocidos por la audiencia, tales como Aimee (Aimee Lou Wood), Ruby (Mimi Keene, nuevamente cerca de Otis), Isaac (George Robinson), Jackson (Kedar Williams-Stirling), Cal (Dua Saleh) y Viv (Chinenye Ezeudu). Y, por lo que prometen las imágenes conocidas hasta el momento, habrá continuidad en la historia de amor entre Michael y Maureen Groff (Alistair Petrie y Samantha Spiro), los padres de Adam, que se enfrentan a una nueva etapa en su relación y en sus vidas.
En definitiva, la cuarta y última temporada de Sex Education anticipa un equilibrio entre lo ya conocido y algunas novedades que pondrán a prueba la sólida trayectoria construida desde 2019. Eso tiene que ver también con ciertas problemáticas que se desarrollarán a través de la trama en los ocho episodios, tal y como ha acostumbrado la producción en sus tres temporadas previas.
Precisamente, ese condimento de divulgación y debate implícito más allá de la comedia es el sabor particular que la serie creada por Laurie Nunn dejará como legado tras su final. Sin duda, uno de los grandes aciertos de Sex Education ws haber apostado a generar empatía en un público cada vez más diverso, que pudo ver reflejadas en pantalla muchas de las preguntas, dudas y problemáticas que atraviesan a adolescentes y adultos jóvenes en la actualidad.
Ese sentido de pertenencia en torno a la serie hace que los carteles publicitarios que se han visto en los últimos días en diferentes ciudades del mundo (Córdoba incluida) no suenen para nada exagerados. “Acabemos juntos”, proponen los afiches con evidente (y divertido) doble sentido. Pese a cualquier guiño, en este caso eso el mensaje también puede interpretarse como una invitación a compartir el final de una historia que, para quienes hayan llegado hasta acá, seguramente signfique más que un maratoneo pasajero.
Para ver
Sex Education, temporada 4. Disponible en Netflix a partir de este jueves 21 de septiembre.
