Después de la polémica que causó que Kim Kardashian decidiera llevar en la alfombra roja de la MET Gala el icónico vestido que Marilyn Monroe lució al cantarle el feliz cumpleaños a John F. Kennedy, surgieron unas imágenes que aseguraban que la influencer había destrozado la pieza.
En Internet, Scott Forner, experto y coleccionista de objetos de la actriz, viralizó en las redes sociales y en su página web imágenes del antes y el después del vestido que mostraban los supuestos “daños significativos” y “permanentes” que había sufrido la pieza al ser usada por Kim.
Sin embargo, el museo que es dueño del vestido y que lo expone al público, salió a aclarar la situación y, en un comunicado, aseguró que Kardashian no le ocasionó ningún daño al vestido y que las imágenes en donde se ve la pieza en mal estado fueron tomadas en 2017, antes de que ellos lo compraran y restauraran.
Amanda Joiner, vicepresidenta de publicaciones y licencias de Ripley, emitió un comunicado a TMZ sobre el estado del vestido. Amanda estuvo con Kim durante todo el proceso de Met Gala desde que se puso el vestido hasta que se lo devolvió.
Joiner expresó: “Desde la parte inferior de los escalones del Met, donde Kim se puso el vestido, hasta la parte superior donde lo devolvieron, el vestido estaba en las mismas condiciones en las que lo recibió. Kim solo usó el vestido para las fotos e inmediatamente se cambió a una réplica para el resto de la noche”.
“Un informe escrito sobre el estado del vestido a principios de 2017 afirma que ‘varias costuras están rasgadas y desgastadas. Esto no es sorprendente dado lo delicado que es el material. Hay arrugas en la parte posterior por los agarres’, entre otros casos de daño”, añadió la representante. Claramente, la foto del “antes” fue tomada antes de que Ripley incluso adquiriera la pieza.
Ripley agregó que desde que compraron el vestido, se ha exhibido en todo el mundo, lo que también lo ha en riesgo de dañarse.
