Mientras en la mayoría del planeta se debate entre volver a las restricciones o moderarlas de acuerdo a la situación epidemiológica, en Australia asoman la nariz a la vieja realidad porqque el promedio semanal de casos de coronavirus ha sido de sólo un dígito desde enero.
Y la prueba más categórica al respecto la dio Tame Impala, la banda más relevante que ese país le ha aportado al mundo el último tiempo.
Es que la formación liderada por el talentoso Kevin Parker ofreció el viernes un show sin protocolo sanitario que, por ende, no obligó a su público a usar tapabocas ni a disponerse en burbujas para respetar el distanciamiento social.
La del viernes fue el primero de una serie de dos presentaciones que Tame Impala tiene programada en Perth, y los videos resultantes parecen anteriores a marzo de 2020, con la gente amuchada y sus celulares en alto.
La modalidad del espectáculo fue el de Tame Impala Sound System, insinuado en algunas apariciones televisivas y en un concierto Tiny Desk de NPR. ¿Y de qué va todo eso? Según Parker, del uso de “un arsenal desbordante de sintetizadores, secuenciadores y samplers para reelaborar y reimaginar los tracks de la discografía de Tame Impala”.
“Tame Impala Sound System es una música digital vibrante, totalmente en vivo, orgánica y de flujo libre”, añadió el líder en una fundamentación posteada algún tiempo atrás.
Sólo queda agregar que este espectáculo no se enfocó como la presentación formal de The Slow Rush, el disco que Tame Impala publicó en 2020, y que mostró la interpretación de 19 temas.
