Lo de Rayos Láser es cuanto menos curioso: allá por 2019, tuvieron una reunión a la que fueron con el fantasma de la separación sobrevolando sus cabezas. Tras acomodar ideas y expectativas, decidieron seguir adelante. Y lo bien que hicieron.
El trío cordobés que forman Tomás Ferrero, César Seppey y Gustavo “Gringo” Rodríguez está hoy en las puertas de una gira por Chile, Perú y Colombia, además de varias ciudades argentinas. Eso incluye “El Fechón”, el minifestival que harán junto con Telescopios y con Valdes, el próximo viernes 18, en Quality.
¿Qué cambió como para pasar de una virtual separación a este gran presente? Ahí el misterio: ellos tampoco lo saben explicar con claridad.
Un largo y sinuoso camino
La historia de “los Rayos” comenzó con un tremendo golpe de nocaut que dieron con su primer disco homónimo, que fue un soplo de aire fresco y revitalizante para la escena.
Pero después de eso, si bien su producción nunca se interrumpió, sí se les hizo “súper cuesta arriba”.
“Fue exactamente eso”, asevera el Gringo, y Tomás Ferrero amplía: “Nunca dijimos: ‘Che, nos separamos, vamos a juntarnos a hablar porque nos vamos a separar’, sino que estaba muy claro. Ninguno de los tres estaba con la energía, la onda, las ganas y no había un feedback que nos dijera ‘métanle’”.
“Habíamos hecho un discazo (Un regalo tuyo) que nos llevó dos años, la mejor producción que habíamos hecho hasta el momento, con un productor… y no se escuchó ni una cuarta parte de lo que se escucharon los otros dos discos, que los habíamos hecho con dos pesos”, agrega Rodríguez.
Estaban tan en “la mala” que uno de los pocos shows en los que habían depositado más expectativas, en La Tangente de Buenos Aires…, “cayó una especie de tornado” la noche del show.
“Era una tras otra. Fuimos a México, abrimos un show de Miranda!, pero después tuvimos tres semanas que no salió ni una. Uno de los shows que hicimos éramos más arriba del escenario que en el público”, confiesa Ferrero entre risas.
Igualmente, ven con buenos ojos aquellos días difíciles. “Es un camino que sirve, nos enseñó… lo que pasa es que no lo pasamos bien, pero nuestra onda nunca se cortó”.
A fines de 2019, tuvieron esa bendita charla que sirvió para darse cuenta de que ninguno de los tres quería separarse en realidad. “Y fue como una cosa medio… energética, la cosa cambió”.
Buscarse en su reflejo
En primer lugar, tomaron la decisión de “limpiar” el nivel de detalle que tenían en sus discos para poder prescindir de pistas y de teclados, y hacer todo más “orgánico y divertido”. “Eso nos dio espacio para poner el foco más en la transmisión que en tocar el arreglo con el efectito…”, grafica el Gringo.
Para 2020, cuando pensaban que iba a ser el año de su despegue, la pandemia les metió un cachetazo (como al resto de la humanidad). “Igualmente, ya estábamos recargados”.
Ahí hicieron el disco El reflejo, donde está el hit Ya me hiciste mal. “Nos habíamos dado cuenta de que tenía perfil hitero, pero no esperábamos la repercusión que tuvo, sobre todo con el video”.
Su situación, definitivamente, había cambiado.
Hoy, el clip en YouTube tiene 19 millones de vistas. Fue realizado con el guion y dirección de los hermanos Matías y Augusto Sinay (los mismos de la serie animada Un mundo sin).
El primero era conocido de Tomás, y siempre habían querido hacer algo en conjunto. “Lo llamé y le dije tenemos $ 50 mil para hacerlo, que era todo lo que teníamos. Y la realización del clip en realidad costaba $ 300 mil… pero a los tres días teníamos el storyboard del video”.
El suceso viral fue tal que hasta llegaron a vender un muñeco del astronauta con el pez que aparecía en el videoclip.
Y siguiendo con esa racha positiva, en 2021 ese disco los llevó a estar nominados en los Latin Grammy, incluyendo un viaje a Las Vegas para los músicos que resultó ser casi como estar en una película.
–¿Hay mucho cartón pintado en toda la ceremonia, en el ambiente?
–Ferrero: Hay zonas que sí, hay de todo. Todo el mundo está en esa, entonces es la única forma que vos también podés llegar a conseguir algo, prestándote un poco a ese juego. Pero a la vez está Juan Luis Guerra, por ejemplo. A nosotros nos inspiraba estar ahí, más allá de todo el humo y los espejos. Hay un montón que no van a carteludear, y muchos más que sí.
–Rodríguez: Solo te vas juntando y acomodando con los que están en tu onda, digamos.
–Ferrero: Hay muchos que van en la tuya, te encontrás pares, sí o sí. Y también encontrás al que va todos los años, que ya tiene una cuña ahí adentro, que sí o sí gana un premio.
A bailar que se acaba el mundo
El último video de la banda es del tema Tu nombre: un plano secuencia de una coreografía torpe y divertida, de más de tres minutos.
Hicieron nueve tomas hasta dar con la final, con ellos tres bailando en una cocina, en una evidente referencia a la estética de la serie The Bear.
“Queríamos hacer una coreografía de gente que es patadura”, resumen entre risas. Tuvieron tres días de ensayos, con muchas horas de asistencia de una coreógrafa, y lograron hacerlo.
El clip resume el espíritu de la banda hoy: una cuota de humor con cierta melancolía, incluso en tonos mayores y de espíritu alegre. “Una saudade”, resume el Gringo apelando al portugués, usando esa palabra en la que los brasileños lograron encerrar un gran concepto.
“Nosotros siempre estamos en esa, pero no queremos tampoco ser el bufón, pero siempre el humor está y aceita nuestra vida, nuestra forma de hacer las cosas. Sí o sí nos tomamos casi todo con humor”, confiesan.
–”La distancia”, su último disco, fue bien guitarrero, más de vieja escuela. ¿Este adelanto va a ser el anticipo de lo que vendrá, con una cruza en producción a nivel sonido?
–Ferrero: Sí, estamos yendo a full por ese lado. Siempre hemos tratado de por lo menos proponer algo un poquito diferente a lo que habíamos hecho, sobre todo para que nos divierta a nosotros, para exigirnos, ponernos a nosotros en un lugar que no habíamos estado. El concepto ahora fue que sea bailable, entonces aparecen los teclados y algo más electrónico, entre comillas.
La unión hace la fuerza
Rayos Láser fue una de las bandas fundamentales del sello colectivo Discos del Bosque, una movida gestada en la efervescente escena musical de Villa María en 2011. Ahí había un chip adelantado a su tiempo: no sólo se trataba de compartir la música digitalmente con el público, si no de tirar todos para el mismo lado. En los ‘90, en cambio, reinaba una competencia absurda entre las bandas.
Quizás ahí se podría sondear las bases como para que ahora se dé naturalmente El Fechón, el minifestival que harán junto con Valdés y con Telescopios en Quality Espacio.
“Son amigos, primero. Es un gustazo poder hacer una fecha de ese tamaño, en ese lugar, que era un lugar que nosotros queríamos tocar de alguna forma y no nos daba la espalda para hacerlo solos, a ninguno de los tres proyectos, pero sabíamos que juntos podíamos hacer algo. Apareció la propuesta y ni lo dudamos. El día que nos escribieron, al segundo nosotros estábamos re-OK”, dice Tomás sobre la fecha.
“Y sí, Discos del Bosque fue un recambio de la forma de relacionarte con los colegas y de las ganas de ser más amigos que enemigos. Esas ganas de pertenecer a un bando por el que te tenías que llevar mal con el otro… Como medio futbolero”, rememora el Gringo.
“Sí, entender que estamos todos iguales, peleando por lo mismo y que es mucho más fácil de a dos que solo”, suma Ferrero.
El fechón
Será el viernes 18 de agosto, desde las 21, en Quality Espacio. Además de los shows en vivo de Rayos Láser, Telescopios y Valdes, habrá “otras propuestas potentes que garantizarán baile y caravana”. Flor Aquín se hará cargo de las bandejas y la musicalización de la noche; y al cierre, “la Fiesta Absurdance tomará por asalto la pista para surfear la madrugada”, dicen desde la producción. Las entradas ya pueden adquirirse a $ 4 mil (+ service charge) en qualityespacio.com.
