A favor: El “amiga date cuenta” se hizo canción
Por Brenda Petrone Veliz
Shakira estrenó Te felicito junto a Rauw Alejandro el 22 de abril de este año, pero no había generado tanta repercusión hasta ahora. Si bien el tema explotó luego de su separación con Gerard Piqué, la canción tiene grandes puntos a favor por sí sola.
Uno de ellos es el ritmo playero, chill y pegadizo que no para de sonar en la cabeza. Una persona se lo pudo haber cruzado en un video al pasar, pero es casi seguro que luego lo va a estar tarareando inconscientemente. La frescura que sale en el estribillo entra como suspiro luego del robótico “te-fe-li-ci-to” que contiene la esencia del resto de la letra.
El segundo punto clave es la historia que cuenta. Centrada en la fase de empoderamiento, la cantante retoma con fuerza ese sentimiento de superación que no tiene comparación. Cuando el “amiga date cuenta” no alcanza, entra en escena esta canción. La energía de la voz se expresa cuando ella cuenta que abrió los ojos, lloró y se perdonó porque, al fin y al cabo, repararse de la desconfianza es un trabajo de amor propio muy intenso. Usar la comparación con un robot mecánico, duro y sin sentimientos es un tanto cliché, pero esboza muy bien un corazón que carece de cualquier tipo de responsabilidad afectiva.
El tercer punto que posiciona a Te felicito es sin dudas el videoclip oficial y el de detrás de escena que la artista subió a su canal de YouTube. La participación de Rauw Alejandro acá es crucial para representar el despojo emocional del que actúa. Su manera de bailar fusionada con la de Shakira da fluidez a esa dureza electrónica y acompaña el flow del tema.
Después de ver esa producción de colores flúo y aire retro (típico de canciones como Me gusta o Don’t Wait Up), hay que deleitarse con las grabaciones que muestran los detalles del trabajo. Estas tienen una narración limpia y entretenida a la vez que promocionan la canción. Por supuesto que el plus viene con el reto coreográfico que se viralizó en redes sociales.
En contra: Una diva funcional a TikTok
Por Germán Arrascaeta
Nunca sabremos si Shakira ya estaba separada de Piqué al momento de componer Te felicito, su más reciente simple junto al puertorriqueño Rauw Alejandro. Pero si fue así, tal como lo señalan hasta los suplementos deportivos españoles, es un strip tease emocional bastante flojo.
Felicitar al hombre que fingió amarla pero que, antes de la relación, había sido ensamblado por ella misma como un robot, habla más de sus fallas que de las de su pareja.
Y suponiendo que su vínculo con el futbolista catalán aún tenía posibilidades de supervivencia, la letra de la canción es desvergonzadamente superficial incluso para una artista wannabe, en desarrollo industrial.
Parece una movida pensaba para TikTok: escribir rimas memorizables en segundos, imprimirlas en las mentes del navegante mediante un furioso funk urbano y crear una coreografía precisa para un challenge viral.
A decir verdad, este último punto, el de crear coreografías insoslayables para cualquier habitante planeta, es un rasgo regular de la colombiana. Aun así, en la de Te felicito falta fluidez y se recurre al erosionado baile del robot, que Shakira logra como cualquier mortal inhalar y exhalar. Hay algo de pereza en el asunto, como así también en el relacionado a la edición de discos, un formato que todavía sigue importando: su último registro largo a la fecha es El dorado, de 2017.
Por otro lado, al buscar a Rauw Alejandro para que la acompañe, Shakira nos hace recordar el vampirismo de Madonna cuando se quedaba sin ideas y se obsesionaba con lograr alianzas con los emergentes para estar en sintonía con lo que vibra.
Además, este nuevo cruce se las tendrá que ver con una frondosa tradición de temas creados e interpretados en colaboración, entre los que se destacan bombazos como La bicicleta (con su compatriota Carlos Vives), La tortura (con Alejandro Sanz), Chantaje y Clandestino (estos dos últimos con Maluma, otro colombiano).
¿Se la banca Te felicito en comparación con esos bombazos? Ahora que la música es fácilmente medible en plataformas, sólo queda esperar que transcurra un mediano plazo para ver cuántos millones de streams y views generó esta canción que tampoco llega a condenar del todo a la irresponsabilidad afectiva del machirulo.
