A favor: Condenado para el millón
Por Juan Manuel Pairone
A sólo unas horas de su lanzamiento, no hay dudas de que la BZRP Music Sessions #49 se consagró como el gran suceso musical del comienzo de marzo.
La colaboración entre Bizarrap y Residente rompió todas las marcas que el productor argentino venía logrando con sus últimos lanzamientos y en su primer día online esta nueva sesión logró un promedio de un millón de views por hora. (Sí, vale la pena repasar la cuenta mentalmente para entender la magnitud del fenómeno.)
Y aunque buena parte de ese éxito está basado en la continuidad de la pelea mediática entre el excantante de Calle 13 y J Balvin, lo cierto es que Bizarrap parece convertirse de a poco en una suerte de Rey Midas urbano: todo lo que toca está destinado al éxito inmediato, casi como parafraseando a Paulo Londra en su hit Condenado para el millón.
¿Habrá sido el productor quien le propuso a Residente la canción para que desande sus diferencias con el colombiano? ¿Fue el puertorriqueño quien decidió de entrada dedicarle casi 9 minutos de barras a su rival? Sea como sea, lo concreto es que la sesión se consagró como una de las más originales que haya presentado el músico de Ramos Mejía hasta ahora.
Además de su extensión, la idea de dividir en tres partes la canción es precisamente la clase de detalles que distinguen a Bizarrap. El productor no es sólo un gran creador de éxitos, también demostró ser un hábil diseñador de acontecimientos. Y Residente, por su parte, deja en claro que pocos artistas urbanos pueden rapear como él. Aunque por momentos hace uso y abuso de varios clichés obsoletos del hip hop (misoginia y megalomanía incluidas), no puede negarse que su pluma es fértil y su creatividad está intacta.
En definitiva, y pese a los condimentos que hacen del tema un hit ideal para debatir en redes sociales, Bizarrap ha vuelto a demostrar que su nombre crece a pasos agigantados entre los referentes de una de las escenas más importantes de la música a nivel global. ¿Dónde está el techo? Difícil saberlo cuando sólo el cielo parece el límite.
En contra: Residente escupe para arriba
Por Andrés Fundunklian
Desde que comenzó con su proyecto solista, las contradicciones son una constante en el camino de Residente: esta situación volvió a quedar expuesta con la comentadísima colaboración que sacó junto a Bizarrap. Una vez más, René se sube al pedestal de la arrogancia y mira a todos desde arriba.
Aunque viene pregonando un supuesto perfil bajo y asegurando que ya no le interesan las reproducciones en las plataformas (algo que ratifica en las filosas rimas que tira junto al Biza), con esta “bomba” queda claro que esto no es así.
Hay que admitir que en el track hay críticas profundas y acertadas a la industria musical, pero al elegir a J Balvin como su “blanco predilecto” muchas de esas verdades quedan desdibujadas. Todos están hablando más de “cómo le pegó” al colombiano antes que debatiendo sobre sus críticas “bien intencionadas”.
“Esto lo hago pa divertirme”, repite en varios pasajes como queriendo cancherear la situación: amigo René, por acá no te creemos. En el fondo hay muchas ganas de volver a tener relevancia. Ojo, no está mal que así sea. Entonces, ¿para qué ese doble discurso?
Igualmente lo que más molesta de la actitud de Residente es ese lugar de “yomelasetodas” en el que se viene poniendo últimamente. Incluso en este caso, por un lado busca mostrarse deconstruido en cuanto al trato con las mujeres (critica a J Balvin por su videoclip Perra) pero por el otro exacerba la cultura de la violación (“me los cojo sin pijama” y varias otras similares) y desparrama varias frases machistas en los ocho minutos y pico que dura su exposición. ¿Tenía que ser la “más larga” de las sesiones?
Está bien, esa forma de expresarse con la connotación sexual en primer plano viene de la cultura del rap y el freestyle y no es solo propia de Residente. Aunque ya que la tiene tan clara, podría ser uno de los que diera el ejemplo.
