El domingo 5 de junio, Marilina Bertoldi presentará su excitante disco Mojigata en Plaza de la Música.
Y el miércoles 24 de agosto, engalanará el programa del Cosquín Rock Chile.
Ambos eventos tienen el respaldo de José Palazzo, el productor con el que la cantautora premiada con el Gardel de Oro se cruzó muy fuerte al término del Cosquín Rock 2019.
La cosa fue así, ante el creciente reclamo por mayor presencia femenina en la grilla del festival, Palazzo declaró que sí él tuviera que poner el 30 por ciento por una ley de cupo, no podría contar con el talento femenino suficiente.
Y no se quedó ahí en entrevista con el diario mendocino Los Andes, ya que luego añadió que la diferencia resultante entre las seleccionadas por convicción y el total requerido no estaría “a la altura del festival”.
Al viralizarse esos textuales, las mujeres músicas del país pusieron el grito en el cielo, lo que llevó a Palazzo a aclarar algunas cuestiones. “Nosotros le decimos talento a los contenidos artísticos y se interpretó como que dije una cosa que no es. Todos los que nos conocen saben que las mujeres son el pilar de este proyecto”, tuiteó el productor de inmediato.
Pero no hubo caso, algunas referentes reaccionaron indignadas.
Primero se hizo oír Paula Maffia, quien lanzó: “No hay suficientes productores varones con talento a la altura de una escena musical representativa de la realidad”.
“El talento es talento, no tiene otro significado. Sos un viejo caradura con los ojos bien cerrados”, disparó Naomi Preizler, mientras que Loli Molina interpretó como “lamentable” la visión de Palazzo para luego concluir que era “un buen momento para generar conciencia y hacer un cambio entre todos”.
“¿Cómo se hace para seguir como si esto no fuera injusto?”, se preguntó Carolina Merlo (Fly Fly Caroline), a su turno.
¿Y cuál fue la reacción de Marilina Bertoldi, a todo esto? Primero se puso analítica: “Ahora no somos esas grandes bandas argentinas que llenan estadios. Es parte de la historia, coincido en que es todo un proceso y hay un público –sobre todo minas- que ya cambiará y empezaremos a admirar a las pibas que nos representan, que son ideales, que admiramos y que nos dan un mensaje, nos mueven, nos hacen enojar, llorar y poner muy felices y bailar”.
Pero luego fue al hueso y llamó a no participar de Cosquín Rock.
GRL PWR, a la medida de Marilina Bertoldi
Todo, en un momento en que la edición 2019 del festival GRL PWR ya había anunciado sus fechas para el 16 (con opening de las rusas Pussy Riot) y el 18 de abril (con un largo programa con la chilena Ana Tijoux como número de cierre).
“No faltan bandas de chicas, faltan festivales así”, fue es eslogan de ese encuentro y, por supuesto, se interpretó como una reacción política y estética a las citadas declaraciones de Palazzo.
“Grl Pwr es un evento producido, gestionado, curado y coordinado por mujeres y sus respectivos equipos de trabajo”, enfatizaban desde una producción que, por supuesto, contaba con Marilina Bertoldi.
Y contaba con ella como carta brava de un line up llamado no sólo a propagar el anhelo de una Ley de Cupo Femenino en Festivales, sino también la del Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Si bien la cantante Celsa Mel Gowland y muchas de sus compañeras venían militando el cupo desde hacía años, todos estos acontecimientos aceleraron los tiempos.
O si se prefiere, agudizaron una lucha que, en noviembre de 2019, redundó en la aprobación por el Congreso de la Nación de la Ley 27.539, que regula “la participación de artistas mujeres y personas de identidad de género autopercibido en una proporción no menor al 30 por ciento en la grilla de presentaciones”.
Pocos meses pasaron entre el cierre sobresaltado de Cosquín Rock 2019 y este clímax legislativo, que, nobleza obliga, ayudó a que el festival serrano se deconstruyera y lo respetara a rajatabla, a diferencia de otros encuentros realizados a lo largo y a lo ancho del país.
Por eso, precisamente, no hay contradicción alguna en que Marilina Bertoldi ahora quede asociada a Cosquín Rock, por cuanto deben ocuparse los espacios ganados para honrar la lucha que llevó a esa victoria.
Ahora bien, no le pidan a Marilina que pacifique en su arte, en el que no hay lugar para solemnidades ni para bajadas de guardia. Para certificarlo, vayan el tema Pucho de Mojigata (queer, reñido con lo binario) y déjense atravesar por su lírica.
“Vine cargada y te lo digo, amargo/ Son siempre los mismos, esto parece un pasamanos/ Festival de mierda, estoy con tos’ gusanos/ Tienen guardaespaldas para ir al baño…”, se le oye a Marilina antes de disparar el fulminante “Ay, lo lamento mucho/ disparo a tu crew”.
¿Para quién o quiéns son esos dardos?
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