Villa María imprime su sello de autenticidad en una fiesta que moldea la oferta musical a su gusto y le esquiva a los encasillamientos fáciles. Así como le presta oídos a nuevos géneros urbanos, se reserva noches como la de este domingo, con nombres a los que no se les puede discutir su raíz folklórica.
En la tercera jornada del 56º Festival de Peñas abrió el ballet de la Agrupación Folklórica Villa María, madre y fundadora de los que hoy es este evento. Detrás vino la banda local Kallpa, para continuar por esa senda, abriendo con Como ristra e’ chacarera, y cerrando con Zamba para olvidar y el gato El ventajao.
Ya aclimatado a tierras cordobesas, instalado en la ciudad desde el día antes, Nahuel Pennisi caminó hacia el centro del escenario acompañado por una intro en la que parecía asomar una versión “acuarteteada” de Universo paralelo, pero en breve mutó al tinku Mundo.
Voz exquisita, sensibilidad a pleno, siguió con No te debo nada y comenzó a pedir palmas para chacarerear con La olvidada, de Atahualpa Yupanqui. Ahí no más citó a Horacio Guarany con Del chúcaro, invitando a los coros del público, pero le costó tener una buena respuesta.
Cerró con Semilla de chacarera el bloque folklórico. “Es hermoso estar acá. Es un sueño. Este es un festival impresionante, lo admiraba muchísimo cuando lo seguía desde afuera. Estar ahora dentro es un privilegio. Gracias a ustedes por apoyar esto tan grande. Viva la música y los festivales”, exclamó.
Mostrando sus fibras más íntimas, presentó Por segunda vez, uno de sus últimos temas, que ya había versionado junto a La Konga la noche anterior, para seguir con Ser feliz, La noche y La apuesta.
Se fue para el norte para traer Llegando está el carnaval y Vienes y te vas, y a la vuelta pasó por Luján, para sumarlo a Luciano Pereyra y hacer a dúo Regresa.
La despedida fue, cómo no, con Universo paralelo, en la versión y voz de su autor, tema al que se le impone llevar al ritmo con el que lo popularizó La Konga. Aplausos con todo el Anfiteatro de pie para despedirlo.
Pennisi, un ídolo tempranero en Villa María
Nahuel Pennisi le sacó jugo a su visita a Villa María. Arrancó en la madrugada del domingo cantando junto a la banda cordobesa, y ya por la mañana, cerca del mediodía, se hizo tiempo para compartir generosamente un minirrecital con residente del Hogar Municipal de Ancianos Velo de Ipola, donde entregó media docena de clásicos del folklore y el tango, a la vez que accedió a pedidos para compartir canciones con el intérprete local Julián Santapaola (Oración del remanso, que no tenía previsto hacerla), y con “la profe” del taller de canto del hogar, quien le pidió hacer a dúo Universo…
“La música sana, y es un regalo, confío mucho en su fuerza, por lo que les agradezco enormemente haberme recibido y poder compartir este mediodía con ustedes”, comentó el artista antes de retirarse, cuando ya marchaban empanadas para todos.
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