Desde 1966, cuando reemplazó a Carlos Carabajal, nada le resultó fácil a “Fatiga” como parte Los Manseros. Pero a fuerza de tesón y humildad, junto con sus compañeros recorrió pueblo por pueblo por más de 50 años, lo que terminó rindiendo sus frutos.
Cinco razones por las que "Fatiga" Reynoso se convirtió en leyenda
Un Luna Park de diciembre de 2014 coronó ese aniversario y el primer recorrido del conjunto por teatros de Buenos Aires. Fue Cuti Carabajal quien me dijo: "Estos muchachos jamás hicieron prensa, te gustaría trabajar con ellos". Entre mates, sellamos nuestra relación y empezamos a soñar. Primero fueron dos ND Ateneo, que para mi sorpresa tuvieron como cierre el cántico "¡¡¡pan y vino, pan y vino, pan y vino, el que no grita Manseros para qué carajo vino!!!". Había una demanda, por lo que nos animamos al Luna cerca de las Fiestas.
Y se llenó no sólo para alegría del único productor que aceptó el desafío, sino para la de esta prensa, que envió orgullosa a los medios la foto de un estadio repleto. Ese día, "el Burrito" Ortega se subió al escenario y se ubicó justo al lago de "Fatiga" para corear. Al final, también como en una cancha, desde el fondo se escuchó "¡Fatiga, Fatiga!", y él miró al cielo para agradecer tanto cariño.
Las palabras de Peteco Carabajal tras la partida
Cada tanto, le preguntaban por qué no se retiraba. En Cosquín, luego de recibir el (premio) Camin, me dijo al oído: "En mi casa me aburro, no sé qué hacer abajo de un escenario y porfa traeme un vasito de vino. Soy Fatiga, pero más que Fatiga soy un músico y los músicos nunca se cansan de hacer lo que aman… ¿Entendés ahora, nena?".
