En tan solo una semana Luis Miguel regresa a Buenos Aires para dar una serie de recitales en el Campo Argentino de Polo, después de sus exitosas presentaciones el año pasado.
En el programa televisivo Socios del Espectáculo dieron a conocer la lista de las exigencias que planteó el cantante de La incondicional.
Para el catering pidió una canasta grande con variedad de frutas y vegetales destinados a la preparación de jugos; un extractor de jugos, una tabla con cuchillo filoso, un set de té y café, una bandeja de pavo y variedad de fiambres y quesos para tres personas. También pidió tequila, pañuelos, hielo, galletas de agua, vasos, platos, tenedores y tres tachos de basura.
Además especificaron que “todo debe estar listo para las cuatro de la tarde”, antes de cada presentación.
En cuanto al camarín, quiere que sea de “al menos 6x6 metros de espacio”, con baño y ducha privada, y que se eviten muebles, cortinas o alfombras de color gris.
También desea un sofá de dos cuerpos en color claro, un sofá de tres cuerpos (también en color claro), una mesa ratona, dos mesas de apoyo, cuatro lámparas de pie y una mesa para comer con mantel de lino o algodón blanco que llegue al piso.
Como si eso fuera poco, el cantante también está en los detalles, exigiendo un purificador de aire, velas aromáticas de vainilla, un espejo de cuerpo entero grande, un florero con 12 rosas blancas, toallitas húmedas de bebé sin perfume y toallas blancas prelavadas.
Los pedidos de Luis Miguel también se extienden para su banda de 20 músicos, y los otros 20 mariachis.
