Fito Páez y Divididos calentaron el desarrollo de la jornada de cierre del Cosquín Rock 2022, y dejaron a la multitud seteada de la mejor forma para el show de Carlos “La Mona” Jiménez, que cerró esta edición del festival pasada la medianoche.
El solista rosarino, afrontó el show con una remera que destacó el estampado de una foto histórica de Luis Alberto Spinetta y Charly García, sus ídolos convertidos en socios en diferentes momentos de su carrera.
Luego le dedicó a su pareja la canción Tu vida, mí vida y confesó que la compuso “acá en Córdoba, muy cerca”.
Largó su show del mismo modo que lo hizo en su último disco Los años salvajes; esto es, con el funky Vamos a lograrlo, que dice “si sólo creés en los mercados/ y no ves a quien tenés al lado/ vas a perderte lo mejor de los dos”.
¿Lo habrá escuchado Patricia Bullrich, que deambulaba en campaña por el predio?
Luego siguió con el rock El chico de la tapa, la balada 11 y 6 y con el dylanesco Al lado del camino.
Y tras retomar el último tramo de su discografía con Lo mejor de nuestras vidas, dejó una emocionante catarata de clásicos: A rodar mi vida, Mariposa Tecknicolor, Ciudad de pobres corazones y Circo Beat. En ese momento aprovechó un olvido de la letra para mencionar a Carlos La Mona Jiménez entre las frases de su ‘circo cordobés’.
La emoción volvió cuando hizo apagar las pantallas y las luces del escenario para que todos prendieran los celulares y cantaran con él Brillante sobre el Mic.
“Prendan sus celulares e iluminemos el Valle”, lanzó cuando justo caída la tarde y la luna iluminaba redonda esa parte del escenario.
Su lista de temas contemplaba como bis a Dar es dar, complementario al concepto del tema de apertura, pero la logística del festival no le dejó margen.
Sobre el cierre volvió a reconocer el trabajo de Carlos Jiménez, diciendo: “Todo el pueblo cordobés va a bailar con Carlitos Jiménez (...) En un mundo dividido es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos estar todas las tribus juntas”.
Y se despidió coreando a capella con el público “y dale alegría, alegría a mí corazón...”.
Divididos, en tanto, arrancó con Ricardo Mollo saludando con afecto a “La Mona” Jiménez e interpretando Sobrio a las piñas en medley con el clásico cuarteblues ¿Quién se ha tomado todo el vino?
La banda de Hurlingham también entregó sendos homenajes a Sandro (Tengo) y a Pappo (Sucio y desprolijo) y su clásico segmento Sumo con Crua chan y El ojo blindado.
Antes de tocar Huelga de amores, Mollo hizo un llamado necesario para que más que nunca cuidemos las montañas y el agua. “Vienen por todo. Así como en El 38 decimos que ‘En el oeste está el agite’, ahora parece que en el oeste del país también”, dijo en clara referencia al reclamo patagónico contra Lewis en Lago Escondido.
