Un gran pesar en la comunidad musical cordobesa produjo el fallecimiento del maestro Guillermo Pellicer, conocido este jueves.
“El Pelli”, como cariñosamente se lo llamaba, formó y dirigió el Coro de Niños de la Ciudad, elenco que formó en el año 2000, fue director del Coro de Niños Cantores de Córdoba y fue subdirector del Coro de Cámara de la Provincia, entre otros cargos.
“Tenía una energía proverbial, tan característica de sí mismo como la sonrisa amable. Fue un incansable educador de la niñez y de la juventud, terreno fértil en el que sembró su pasión por la música coral”, señala el comunicado difundido por el Teatro del Libertador y replicado por la Agencia Córdoba Cultura.
El músico tenía 55 años y casi 40 de trayectoria como músico. Hace varios meses estaba atravesando una dura enfermedad.
En su última entrevista con La Voz, publicada en agosto de 2022 en alusión al 20° aniversario del Coro de Niños, Pellicer se refería a las dificultades por la pandemia. “Los chicos la sufren. No tienen contacto con sus compañeros y eso no lo toleran”, contaba este gran especialista en la formación coral de tantos cordobeses.
En 2017, recibió una Declaración de Beneplácito en reconocimiento a su actividad en la cultura y la educación de parte del Concejo Deliberante de Córdoba.
“En el Instituto Domingo Zípoli ensayo con 43 chicos y son más de 60 los chicos en el coro de la ciudad. Ellos son el motor. Conozco cuando están tristes, conozco de sus primeros novios o novias, conozco cuando se llevan materias, cuando alcanzan un logro en otra actividad, como el deporte”, contaba Pellicer en aquella ocasión al ser distinguido según consigna el portal Clásica Córdoba.
El ingreso de Pellicer a la dirección coral ocurrió cuando transitaba el último tramo en el Escuela de Niños Cantores Domingo Zípoli, cuando comandó un Coro de la Comunidad Armenia en Córdoba. “Era difícil porque había que cantar en armenio, yo no conocía la fonética del idioma y tampoco sabía demasiado de manejo de grupos, me faltaba mucho camino por recorrer”, rememoraba el músico en aquella oportunidad.
Años más tarde, tuvo la iniciativa de formar un Coro de Niños de la Ciudad. Al cumplirse 20 años del elenco, recordaba que acudió a Herbert Diehl y dio con el maestro Humberto Catania, un músico que Pellicer conocía. Fue un buen interlocutor. Comenzó como pasante en la Municipalidad. En agosto de 2000 arrancaron los ensayos en la Casona Municipal. A la convocatoria se presentaron 500 chicos. El primer coro tuvo 50 voces.
“Un sentimiento de dolor, a la vez, de infinita gratitud nos atraviesa. Acompañamos a su familia, seres queridos y colegas en este triste momento”, cierra el comunicado del teatro que lo cobijó durante tantos años.
