El cuarteto rockero español Arde Bogotá, una nueva y ascendente voz de aquella escena, llegará por primera vez a la Argentina con el repertorio de sus dos discos publicados. Ese material, precisamente, será el que presentarán en Cosquín Rock, festival en el que está programado el día de apertura (sábado 10 de febrero), a las 17.10 y en el escenario Montaña.
Lejos de las declaraciones altisonantes y de fórmula, el cantante y guitarrista Antonio García asume en charla con Télam que “seguramente nadie nos conocerá allí por lo que viajamos con más ganas de aprender que con determinadas expectativas”.
“Definitivamente viajamos con la intención de que las cosas pasen, de ver qué ocurre y profundizar un poco más el camino que llevamos que es el de conocer y empaparnos”, añadió.
Desde esa percepción, el músico, acompañado de su perro Bimba, considera que arribar a la Argentina “también significa ver cómo coger influencias que al final también forman parte de nosotros porque hay muchos artistas argentinos que son emblemáticos aquí como Fito Páez o Andrés Calamaro y otros que van tomando mucha relevancia como Conociendo Rusia”.
“Es que al final son culturas que se mezclan a pesar de estar en dos puntos diferentes del mundo y quizás ese enlace se produce gracias el idioma”, arriesga.
También en Madrid y a través del Zoom, el guitarrista Dani Sánchez se integra al diálogo y aporta: “Es curioso pero antes de saber que nosotros íbamos a poder viajar para allá y yo creo que en el último año, casi toda la música de la que nos hemos empapado es argentina. Nos recuerdo en charlas en la furgoneta, en viajes de Antonio escuchando a Charly García o a mí mismo intentando meter influencias de Soda Stereo”.
De dónde viene Arde Bogotá y por qué tiene ese nombre
Arde Bogotá, propuesta nacida en 2017 en la ciudad murciana de Cartagena, completa su formación con Pepe Esteban (bajo) y José Ángel Mercader (batería y percusión), y hasta ahora publicó dos álbumes: La noche (2021) y Cowboys de la A3 (2023).
–¿Cómo fue que desde un pueblo español se les ocurrió como nombre de la banda una denominación que cita a la capital colombiana?
–(Antonio García) Fue una casualidad pero fundada en una buena razón porque Bogotá fue el primer sitio donde sonó nuestra música cuando sólo teníamos algunas pocas cosas, demos de las primeras canciones que habíamos hecho. Yo me fui de viaje a Colombia y en Bogotá con unos amigos fue en el primer sitio donde sonaron y allí fue el primer sitio donde alguien dijo que le gustaba lo que hacíamos. Así que fue un poco como homenaje y también un poco en broma pusimos ese nombre y ahora nos persigue y la gente piensa que somos de Colombia y hemos tenido que ir a Colombia a tocar dos veces (risas).
–¿Y los bogotanos cómo se lo toman?
–Por lo general creo que bien, aunque alguno habrá que no le parezca. De acuerdo a lo que nosotros hemos hablado tenemos la impresión de que en Colombia en general son patrióticos y todo lo que sirva como para dar a conocer un poco su país y su cultura, les parece más o menos bien. Entonces bueno, nosotros tomamos prestado el nombre de la capital y vamos por ahí repartiendo rock and roll.
–¿Cómo definirían el rock que cultiva Arde Bogotá?
–(Dani Sánchez) Nos distinguimos por el estilo que hacemos que musicalmente es el tradicional de Inglaterra y de Estados Unidos pero traído al idioma español. Tomar esas influencias y hacerlas nuestras, esa es la idea.
–(AG) En ese sentido, con Cowboys de la A3 nos hemos dado cuenta de que banda queremos ser como de una forma más decidida. ¿Podemos decir con seguridad? “Oye, queremos ser una banda de rock. Queremos que esto suene rockero. ¿Queremos que apriete”.
–Tomando nota de que A3 es el nombre de una autovía ¿Cómo sigue el viaje del grupo?
–(AG) Nuestra idea es seguir igual de perdidos e igual de viajeros. Hacer ese disco implicó cambiar de vida, dejar nuestros trabajos, anteriores y convertirnos exclusivamente en músicos y fue como un momento de vorágine de muchas cosas, de aventura. Y eso, creo, se coló en las canciones. Y por eso todas ellas hablan de viajes, de destinos inciertos.
–(DS) Yo pienso que como en realidad estamos en algo parecido pero más grande, pues ahora en vez de viajar solo por la A3 también viajamos a través del Atlántico, seguimos siendo más o menos las mismas personas perdidas y de viaje a algún sitio.
–En relación al auge global de las experiencias gubernamentales de ultraderecha ¿Qué pueden contar acerca de cómo afectó culturalmente en España?
–(AG) Es un panorama complejo que nos afecta como artistas y como ciudadanos. Las iniciativas culturales necesitan de la ayuda del Estado para poder prosperar y al final acabar generando algo que sea importante y necesario para la ciudadanía, pero cuando la deriva política va hacia un sitio donde la cultura deja de estar presente, pues es preocupante desde luego como como artistas, pero más si cabe como ciudadanos.
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