Por estos días, Miguel Mateos está metido de lleno en los ensayos de un show muy especial. El próximo 5 de julio se presentará en el Quality Arena, de Córdoba capital, para celebrar los 40 años de Rockas Vivas, el disco que definió una época del rock nacional.
En una charla íntima y reflexiva, el músico repasa aquel tiempo de dictadura en que compuso los originales de ese disco, grabado en vivo en el Luna Park; el impacto que aún hoy tiene su música; y por qué Córdoba sigue siendo un lugar clave en su historia.
“Siempre tuve una idea muy federal del rock”, lanza Mateos al comienzo. Y eso se traduce también en su afecto por Córdoba: “Rockas Vivas es más de Atenas que de Buenos Aires. Toqué ahí antes que en Baires. Venía tocando en Córdoba y tenía más acólitos acá que en Capital”.
Entre anécdotas, menciona una curiosidad: su hijo le mostró una aplicación donde uno puede elegir un género y la IA arma una canción. “A los dos minutos me tiró un rock and roll. Lo escuché y le dije: ‘Pero esto me suena como algo mío’. La inteligencia artificial es bastante engañosa, pícara. En realidad no sabemos a lo que nos vamos a enfrentar”.

Ese episodio le disparó una especie de viaje personal al pasado. “Empecé a buscar en mi arcón de recuerdos y de momentos. Me pregunté: ¿qué hacía yo entre el ’81 y el ’85? ¿Cómo hice cuatro discos en ese período?”
Es que Rockas Vivas nació en plena dictadura (la mayoría de sus canciones son de los primeros tres discos de Mateos) en un contexto político complejo que marcó profundamente sus letras. Letras en las que se nota el grito de libertad, las ganas de votar, y el deseo de una Argentina distinta.
“Sí, hay frases como: ‘Yo quiero tanques que rojos avanzando por mi barrio’ o ‘Tirá para arriba’, que ni siquiera se llama así, pero todos la conocen por ese eslogan, quedaron muy presentes”, asegura.
Hoy, al revisitar esas canciones, Mateos se siente conmovido. “Ese disco fue uno de los más importantes de mi repertorio. Fue una explosión muy grande. Y no estaba preparado para semejante potencia, para esa explosión. Es que algunas de esas canciones estaban perdidas dentro de otros discos. Tirá para arriba, por ejemplo, está en Tengo que parar y que ni siquiera fue el primer corte de ese album”, explica.
¿Por qué Rockas Vivas terminó siendo un fenómeno de época, el segundo disco más vendido de la historia? “Pasaron un montón de cosas. Fue como un cónclave —dice con ironía religiosa—. Muchas cosas confluyeron en un momento determinado. Fue una explosión en mi cabeza, y por un tiempo quedé medio despistado. Hoy me doy cuenta de que esas canciones estaban escritas con sangre, sudor, lágrimas y fuego. Las revisito y digo ‘¡wow!’”.
El show en Córdoba
El show de Córdoba, como el de Buenos Aires, tendrá novedades. “Va a haber una sección de caños, por ejemplo. Siempre quise tener eso. Mis primeros discos eran bien rockeros. Aunque el primer corte fue Va por vos, que era medio funk, también tenía rock. Era raro para 1981”, adelanta.
Y aunque muchos fans fantasean con canciones inéditas de aquel Rockas Vivas, o material que quedó fuera de la grabación original, Mateos aclara: “No quedó material rescatable. Lo que no se publicó no valía la pena, y lo perdí”.
Sobre si haría cambios a Rockas Vivas, es tajante: “Es intocable. Quiero salirme del ego, pero no me animaría a cambiarle nada. Representa demasiado. Voy a grabar el show en el Movistar, y tal vez también el de Córdoba”.
“Y quizás de ahí salga una versión revisitada, donde incluya canciones que quedaron afuera. Porque me enorgullezco de cómo fueron compuestas y arregladas. Solo les daría un sonido más actual”, añade.
¿Cómo se lleva con las plataformas digitales y la vida online de su música y de aquel disco? “Estoy fuera”, reconoce.
Y confiesa tener gente que le maneja las redes y que le avisa las novedades: “‘Mirá Miguel, llegaste a los 300 mil seguidores’. Pero trato de que no me invada. Veo a mi hijo con el teléfono todo el día. Hoy los chicos escuchan una canción... y a veces ni siquiera completa, ¡solo 45 segundos!”.
También se distancia de las estrategias de marketing. “No promuevo. Todo lo que sucede es muy orgánico. Prefiero eso: una llegada sincera, honesta con la gente”, dice al respecto.
Miguel Mateos y el rock actual
Cuando se le pregunta si sigue conectado con la escena musical actual, responde: “No mucho. Me pareció refrescante lo de Ca7riel y Paco Amoroso. Dos pibes que salen de la Esnaola, una escuela pública. Eso es muy significativo. Lo más refrescante que escuché últimamente”.
Ahí es donde Mateos muestra su faceta más política. “Este país siempre honró la educación pública. En Chile, México o Colombia me hablan de la educación argentina. Hay cosas que hay que cuidar. Yo estudié en el Conservatorio Manuel de Falla, que también es público. Si tengo que tomar una postura política o social, es esa”, reivindica.

Pero no, actualmente no está componiendo sobre la coyuntura del país, aunque sí tiene un proyecto artístico en marcha. “Terminé una ópera, Los tres reinos, que habla de la conquista de América. La escribí en pandemia. Iba a grabarla este año, pero por los 120 años de la Sinfónica Nacional no se pudo. Lo haré el próximo”, cuenta.
¿Habrá una canción sobre el presente argentino? La pregunta viene a cuento de que Mateos siempre fue un rockero que lee los diarios (“hasta La Razón, el de la tarde", revela).
“Hoy estoy tratando de soslayar esa actualidad -se sincera-. Ya hablé suficiente en su momento. Por ahí, en algún momento, exploto con algo... Pero esas canciones, las de Rockas Vivas, me representan. ¿Vos querés saber qué pienso? Ahí está. Y por eso digo que lo que haré en Córdoba también me representa".
“Esas dos horas de show... soy yo. Y buena parte de dos o tres generaciones de argentinos”, cierra.
Para ver
Miguel Mateos celebrará el 40° aniversario de Rockas Vivas en Quality Arena (Av. Cruz Roja al 200), el próximo 5 de julio. Entradas en qualityespacio.com. Los precios van de $34.500 a $80.500 (incluyen cargo por servicio).
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