Morir es la forma de vivir el Dark Souls III. Sí, el juego se vive, se siente en la exploración de un mundo tenebroso, donde la sensación de vulnerabilidad está a cada paso. Y cuando se pestañea, cuando se piensa que está todo dominado, ahí sale ese cartel tan de Dark Souls: "Has muerto". Cada adversario que se cruza "sale a matar", no a ser un obstáculo para avanzar en la historia. Y los jefes… los jefes, son desafío para verdaderos cracks del género de rol. Ese "miedo", ese "terror" a ser terminado, conduce la experiencia de este videojuego que deja las manos transpiradas por el grado de involucramiento que despierta.
Dark Souls III está disponible desde este 12 de abril para Playstation 4 (a 102 dólares en el PS Store), Xbox One (a 1700 pesos en la tienda) y PC (a través de Steam por 60 dólares). Vos probó por adelantado la versión de PS4 gracias a la gestión de Damián Silberstein, de prensa de Bandai Namco, distribuidora en Latinoamérica de la obra desarrollada por From Software.
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Las páginas especializadas en gaming le dan puntajes que superan los 9 puntos sobre 10 en sus análisis. Las sensaciones de los gamers que lo tienen pueden ser incalificables. Si se juega un Dark Souls por primera vez, la clave es aguantar un par de horas sin tirar el joystick contra la pared por las primeras frustraciones.
Matar un jefe se grita como un gol en el Fifa, para repetir una metáfora que describe el grado de “sacrificio” que supone hacer camino en este juego. Y esa complejidad es el disfrute de sus fanáticos y es lo que conquista a quienes superan esa primera etapa de “¡¿para qué compré este juego?!”.
Para quienes nunca se metieron en el mundo Dark Souls, básicamente, deben saber que todo sucede en un escenario tenebroso en el que un personaje debe tomar almas para salvar la suya. Hay que mejorar el nivel del personaje con la mejora de habilidades. Pero esa acción no es lineal y saber qué habilidad mejorar según el momento es la parte estratégica del juego.
Espadas, escudos, arcos, hachas y poderes son las opciones disponibles para mentes frías en momentos calientes. Hay diferentes estilos de personajes: Caballero, Mercenario, Guerrero, Heraldo Blanco, Ladrón, Asesino, Clérigo y Marginado.
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Los controles para los combates son fáciles de automatizar para un novato. Los que jugaron entregas anteriores agradecen en las redes sociales que esta versión es más rápida a la hora de ese combate. Lo que nunca será fácil en Dark Souls, para novatos o veteranos, será coordinar el ataque justo para la variabilidad que los rivales presentan. Pasar un jefe en el primer intento, es cosa de dotados.
Los escenarios de Lothric (la ciudad que se recorre) transmiten la soledad de la aventura. Son verdaderos gráficazos, dignos de un juego para consolas de nueva generación. Si no fuese porque está la amenaza de ser atacado en cada paso, habría que recomendar tomarse una hora para “caminar” por los lugares y sentirse como en una serie similar a Games of Thrones.
Hay modo multijugador cooperativo, que puede incluir hasta seis jugadores en la partida, lo que ayudará a pasar a los jefes más duros (duros en serio).
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Bandai Namco “vende” el inicio del juego así, muy puntilloso en nombres y descripciones para los amantes de la serie.
Al comenzar esta nueva aventura, los jugadores revivirán en las “Untended Graves” como un “Unkindled” y tendrán que enfrentarse al poderoso Iudex Gundyr, como una prueba de su valentía antes de llegar al “Firelink Shrine”. En este templo, los jugadores se encontrarán con un portador del fuego junto a una hoguera, quien les resultará de gran ayuda para la larga aventura que los espera. También encontrarán en este lugar a Hawkwood, otro “Unkindled” y fugitivo de Farron de la Legión de los No Muertos, así como a un peculiar hombre sentado en uno de los tronos del templo que se hace llamar Ludleth of Courland y Lord of Cinder.
Para el que no tiene mucha idea de la historia de Dark Souls, va un anuncio simple: el juego arranca en un cementerio, como para que el gamer se vaya amigando con la muerte; y luego de unos minutos de tutorial, llega un gigante para nada agradecido: le sacás una espada incrustada en su pecho y toma vida para… darte muerte…
Así arranca esta aventura que será analizada por Vos y cuyo comentario final tendrás en los próximos días.
