Stray es el videojuego del que se está hablando. Su original propuesta de controlar a un gato ya le da un toque de novedad. Y, una vez inmerso en la experiencia motivada por esa novedad, las sensaciones van en alza. Stray es un relato con misterios. Una aventura contada a sorbos, a través del avance lineal de un felino por escenarios en los que no hay humanidad ni animales, sólo androides.
Es un juego del tipo de plataformas, de puzzles, con algunos momentos de sigilo, otros de persecuciones. Aunque, en esencia, es un relato hilado gracias a ese “gato callejero que debe resolver un problema ancestral”. En el video a continuación mostramos 15 minutos de su jugabilidad. Y, más abajo, contamos más de Stray.
Stray está disponible para PC (a través de Steam a 2000 pesos) y Playstation 4 y 5 (a 29 dólares). Incluso se puede descargar gratis con una suscripción al servicio de Playstation Plus Extra (que ya te mostramos en La Voz).
En redes sociales abundan los videos de mascotas reaccionando a los sonidos de Stray. Van ejemplos.
Los detalles del videojuego Stray
Stray es desarrollado por BlueTwelve Studio y publicado por Annapurna Interactive. Se juega de manera offline. Dura no menos de seis horas. No es un mundo abierto, es más bien lineal.
No da libertad completa en el manejo del gato. No es posible explorar el excelso mundo recreado en el juego. Y los controles de salto del gato sólo son posibles cuando el animal salta de plataforma a plataforma.
No hay desafío en ese ir y venir por el escenario. No es que haya que coordinar para dar un salto preciso.
Justamente este último punto puede ser una de las decepciones de la experiencia: falta esa libertad que supone ser un gato. Pero Stray, en definitiva, no propone estrictamente un videojuego para ser el gato. Es, por el contrario, una historia contada a través del protagonismo del gato.
No hay combates. Sólo va de un lugar a otro y va desentrañando un pasado que explica porqué no hay vida de humanos y animales.
El gato tampoco está solo. En los primeros capítulos encuentra un androide que le ayuda a codificar ese entorno e interactuar con él. Ese compañero es tan querible como el gato.
El manejo del gato es delicioso. La costumbre de “manejar” personajes humanos o robóticos ha sido una constante en la historia de los videojuegos, de modo que hacer sentir el desplazamiento ágil de un gato era todo un desafío. Y está muy logrado.
Stray tiene el encanto de la historia y la magia de empoderar como protagonista a un gato. Y gustó. Por eso no hay que gamer que no esté hablando de Stray.
En imágenes, así es es el videojuego Stray
