En 1995 ardía la Casa Radical; después fue Jujuy, Santiago del Estero, San Juan. La primera obra del grupo fue Tres Tigres nada tristes porque venían de la ruptura del Teatro del Juan y había que resistir. Lo recuerdan en una charla previa al festejo.
“Es la característica que planteamos. Nuestro teatro está en estrecha relación con lo que vivimos como actores sociales y políticos, en nuestro país, la actualidad latinoamericana y el mundo. Es el teatro que dice en torno a lo que pasa. Hoy, 20 años después, hemos hecho un recorrido de crecimiento a nivel artístico, profesional (como trabajadores del teatro con un ingreso económico). En aquel momento hubo un replanteo sobre la cuestión de vivir del teatro. Apostamos a esto. La realidad actual, aun así, es incierta. Retomamos temas que pensamos que ya estaban superados”, comenta el grupo que trabaja regularmente con ONG sobre temas como el mal de Chagas, la alimentación saludable, y las temáticas de derechos humanos con Teatro por la Identidad, con Abuelas de Plaza de Mayo por la recuperación de los nietos.
“Son las banderas que nosotros levantamos más que nunca, como teatristas y actores sociales. Defender los derechos ganados y obtenidos en este tiempo”, señalan, con el mate circulando.
Entre las banderas de Tres Tigres Teatro aparece la búsqueda de la mayor cantidad de espacios posibles (teatrales y no teatrales). La mirada sobre arte y teatro desde ese lugar, y una progresión para que la actividad sea un medio de vida cada vez más consolidado. Como grupo sostienen el crecimiento de la actividad, que beneficia a todos por igual.
Otra bandera es lo grupal. “No es nuestro esfuerzo personal o sólo grupal, sino el esfuerzo que parte de una comunidad. A nivel artístico, trabajamos sobre temas relacionados con nuestra identidad social, cultural. Pueden pasar muchas cosas pero el teatro no se va a acabar”.
Jorge Pico Fernández aclara que cuando dicen que tratan temas de actualidad, hay una idea que se mantiene, y es la memoria en un concepto amplio.
"Está en casi todos los trabajos, desde Esta noche hay corso, que habla del carnaval de 1932 en San Vicente. También en las obras con títeres hay un ejercicio de memoria de los personajes, con anécdotas reales que se trabajan poéticamente, o la obra Trazos cruzados (2011) sobre las memorias personales. Está en Los serenateros porque ponerlos en escena es en sí mismo un ejercicio de memoria. Es una cuestión que atraviesa nuestro teatro".
El trabajo colectivo los unió en distintos proyectos que el público identifica, como en 2001 cuando integraron Señores Niños, Al teatro!, el Festival Clandestino, el trabajo con los derechos humanos en los centros de memoria, Mediasnoches payasas.
“Es vernos en el otro, en esa construcción, y no quedarnos como grupo cerrado. Los colectivos de trabajo fortalecen el teatro de Córdoba”, dicen.
Hacia el interior del grupo sostienen una organización horizontal donde lo grupal no los devora, porque tiene en cuenta las necesidades de cada uno y sus tiempos.
“En Tres Tigres hay una pareja y dos integrantes con otras parejas, hijos, familias. Hemos tratado de articular eso de diferente manera para que cada uno pueda crecer en lo que le interesa investigar, respetando también el tiempo para los hijos en los primeros meses. Esa impronta la hemos mantenido en los encuentros con otros hacedores. Lo digo con orgullo, perdón”, señala Pico.
Pueblo Nuevo es la casa de encuentro, lugar de ensayo que abre las puertas al grupo y a distintos colectivos, como Señores Niños. En la casa vieja de la calle Alvear funciona la fundación. “Hay retroalimentación permanente. Los responsables son Ana Santos y Eduardo Londero, con su equipo. Son muy generosos. Nuestros estrenos siempre son en Pueblo Nuevo. Es una cuestión de cábala”.
Otra característica del grupo es la asociación con artistas invitados para las distintas producciones. No todos vienen del teatro. Son músicos, artistas plásticos. "Tiene que ver con nuestra concepción del teatro: un equipo donde somos todos parte, con la suma de saberes desde distintos lugares. Hemos hecho producciones que comenzaron con un taller, como fue El club de los recordadores anónimos, con gente que había sido atravesada por la década de 1970. Un artista que toca el tambor, después comienza a actuar".
Fecha de cumpleaños
El grupo estrenó en julio de 1995 Tres tigres nada tristes en el Centro Cultural San Vicente, con dirección de Eddy Carranza.
“Retomamos cosas de nuestra identidad como estudiantes. Eddy fue nuestra formadora en el Seminario de Teatro Jolie Libois. Si hay un referente en el teatro, es ella. Nos dio las primeras herramientas y el amor al teatro, costara lo que costara. El pensamiento de Brecht fue uno de los cimientos. Y está siempre en cada estreno. Llega con sus regalitos y cábalas”.
Son más de 20 años del grupo y casi 30 que están juntos. “Siempre nos replanteamos, como evaluación constante, una línea en el tiempo que tiene que ver con nuestra posición ideológica, que es el hacer teatral.
Por primera vez han encarado la sistematización de su oficio y experiencia, material que está dando forma y sustento al libro Buscando la poética de Tres Tigres Teatro, con beca del Instituto Nacional del Teatro.
A propósito del conflicto con el Instituto Nacional del Teatro (INT), señalan: "La comunidad teatral de Córdoba está muy fortalecida, organizada. Córdoba siempre ha estado en las instancias de lucha, por la Ley Nacional de Teatro y la creación del INT. Es una dinámica que aparece cuando hay que luchar por el bien común. En eso estamos juntos".
Para ver. Tres Tigres Teatro presentará la obra Esta noche hay corso, en una función organizada junto al Espacio de Memoria Campo de La Ribera. La cita será este viernes 11 a las 20.30 en el Centro Cultural San Vicente (San Jerónimo 2850).
