Una demanda cautiva. Eso es lo que han logrado identificar Carla Dogliani (la actriz y comediante detrás de La Bicho) y la doctora María Eugenia Bazán Quiroga en el desarrollo de Sexo a gusto. El espectáculo que comparten la humorista y la sexóloga acaba de iniciar una nueva temporada de verano y, en su estreno cordobés, la conclusión es una: equipo que no gana, no se toca. Y está bien que así sea.
La nueva versión del espectáculo nacido en 2021 tiene poco para mostrar en términos de novedades. No hay demasiados artilugios que acompañen a la dupla protagonista. Pero lo que no caduca es el interés que despierta el tema –la sexualidad- en una platea en la que se cae cualquier tipo de prejuicios. Parejas, grupos de amigas, grupos de amigos, adultos mayores, jóvenes y otras tantas combinaciones posibles vuelven a llenar Studio Theater en formato cafe concert y certifican que, a casi tres años de su estreno, Sexo a gusto tiene cuerda para rato.
La novedad de lo interactivo
Parte del éxito de este por momentos austero pero efectivo espectáculo pasa por su nivel de improvisación. “Si no hay preguntas el show se acaba acá”, dice La Bicho luego de la introducción en la que “la esposa del Pejo” se viste como doctora e intenta dar consejos vinculados al mundo sexoafectivo antes de que la verdadera sexóloga le reclame incluso que se saque la chaquetilla.
Luego de ese primer momento en el que el personaje de Dogliani quiere usurpar el lugar de la especialista, la cosa se acomoda y los roles quedan claros. El público pregunta lo que quiere saber, La Bicho comenta con su chispa y la doctora Bazán Quiroga aporta información fidedigna y en un tono pedagógico que vuelve todo más cómodo.
Esa dinámica es la que sostiene la hora y media de show que ofrece Sexo a gusto, cuya identidad tiene que ver más con un stand up a medio camino entre el humor y la sexualidad que con un espectáculo en el que el público sólo contempla lo que sucede en el escenario. Aquí el contrato es otro y esa es, precisamente, la gracia del asunto.
De hecho, la dupla aprovecha lo complejo que sigue siendo hablar de estas temáticas sin tabúes y en espacios de confianza. Y a partir de esa carencia a nivel social, el show se encarga de exprimir la curiosidad y la entrega de un público.
No hace falta preguntar para sacarse dudas y aprender, pero el espacio se abre para quien quiera aprovecharlo. Cada mesa tiene lapicera y papeles en blanco para dejar las consultas anónimas. La Bicho y la doctora Bazán Quiroga reúnen las preguntas y luego, con parodia a Susana Giménez incluida, eligen al azar algunas dudas y las responden en ese tándem de chiste/guarangada/carcajada + información exhaustiva y propositiva.
“Todos culeamos pa’ la bosta en algún momento”, anuncia el personaje de Dogliani en la introducción. De eso se trata Sexo a gusto, en definitiva. “La práctica hace al maestro”, aporta el dicho popular, y allí está Bazán Quiroga para confirmarlo. La información es poder y, en este caso, también es herramienta para más y mejor placer. Y si a eso se le agrega la catarata de comentarios, respuestas y arrebatos que descarga La Bicho (y alguna invitada sorpresa), la fórmula resulta infalible. Satisfacción garantizada.
Para ir
Sexo a gusto, en temporada se presentará en Córdoba los viernes de enero y febrero en Studio Theater. Los jueves 5 y 19 de enero hará lo propio en Embalse (La Blonda) y los jueves 12 y 26 en Santa Rosa de Calamuchita (teatro Deportivo Italiano). Miércoles 18 de enero y 1 y 15 de febrero, en La Falda (Edén Hotel). Y lunes 9 y 23 de enero y 6 y 13 de febrero, en Carlos Paz (teatro Holiday).
