Cuando a mediados de 2020 se corrió la voz de que volvería a abrir una mítica heladería en la localidad cordobesa de Alicia, muchos sintieron que por fin llegaba un respiro, tras tres meses de angustiosa pandemia.
La memoria está colmada de gratos recuerdos y buena parte de ellos están relacionados con la infancia. En Alicia no son pocos los se vinculan con el helado, ese producto que conmueve tanto a niños como adultos.
En los años ‘50, Yolanda era la cocinera del hotel Mayo. Viajaba en tren a Rosario para capacitarse en la producción de helados y aprendió la técnica con facilidad. Le impuso su mano y anotó fielmente cada receta en una bitácora.
La familia Barra (propietaria del establecimiento) eligió los gustos –que fueron cuatro en los primeros años- y los ofrecían dos o tres veces al año (generalmente para la fiesta del pueblo o el día de los Santos). Eran fechas esperadas en las que todo el mundo se engalanaba y, de yapa, sabían que degustarían el más rico helado.
El hotel hospedaba a viajantes hasta que ya no hubo clientes que alojar, y el establecimiento cerró sus puertas.
Seis décadas después
Los hermanos Germán y Nicolás Mainero (nietos de los propietarios del hotel Mayo) y Vanina Martín (esposa de Germán) encontraron el cuaderno de Yolanda donde estaban anotadas cada una de las recetas. Y en 2010 abrieron el primer local de Mayo Helados en la ciudad de Las Varillas.
Elaboraron toda la producción para la primera apertura considerando almacenar el stock de un mes. Pero a los dos días de abrir vendieron todo. Debieron cerrar el local para volver a producir y planificar el nuevo proceso. Incluso gente de Alicia viajó los 25 kilómetros que separan ambas localidades para volver a tener esa experiencia.
“Somos la tercera generación que continúa con esta tradición familiar. Nuestros abuelos se dedicaron a elaborar alimentos dulces desde pequeños. Entendemos que está en nuestro ADN y queremos continuar honrando la tradición, mejorando los procesos productivos e innovando con nuevos productos y sabores”, dice Germán Mainero, arquitecto de profesión que le dio identidad a cada local y se armonizó con los estudios administrativos de su compañera. “Creemos que el resultado es una combinación de nuestras profesiones tanto en materia de arquitectura, diseño, construcción y contabilidad, como en la esencia del comercio y la pasión por el rubro tradicional”.
La expansión
Cuando los clientes de la región comenzaron a pedir que llevaran los helados a sus localidades, en 2013, con un diseño renovado y con la incorporación de cafetería y otros productos inauguraron la casa central como primera franquicia en Las Varillas, junto a una nueva miniplanta de elaboración.
Como la demanda era mayor que la capacidad de producción, tuvieron que apostar por una planta de elaboración más grande que hoy abastece a las más de 20 franquicias distribuidas en toda Córdoba.
El equipo de Utuco visitó la planta de Las Varillas para conocer el proceso de sus opciones saludables. “En Mayo Helados nos consideramos una gran familia y ese es el principal valor que intentamos transmitir a nuestros clientes. En toda familia existen personas con necesidades diferentes y específicas”, explica Vanina Martin.
Desarrollaron un producto que integra la lista de alimentos que ayudan a combatir el sobrepeso y la obesidad y son aptos para diabéticos y celíacos.
Sabores de la infancia
Vanina jura que desde pequeña era fanática del helado de frutilla y ahora tiene preferencia por los chocolates y los frutos rojos: mascarpone con frutos del bosque, el chocolate suizo y el de frambuesa patagónica. Germán, por su parte, es fanático del dulce de leche desde su infancia tanto en los helados como en los postres –una especialidad de sus tíos de la confitería Roma. Por eso, se potenciaron con dulce de leche Don Celestino, otro gran producto que integra la red Utuco.
A veces simplemente hay que cerrar los ojos y degustar. Para algunos será volver a la infancia, al pueblo, a una época donde estaban quienes uno más quería. Y volver a sentir esa sensación de abrazo, de refugio tan necesario en estos tiempos. A veces, sólo se necesita eso.
* Especial
