Después de casi cinco años al frente de la Agencia Córdoba Cultura, y en medio de un clima interno muy deteriorado (que incluye un conflicto con trabajadores sin resolver, falta de programación oficial y acusaciones sobre gastos y recortes presupuestarios), Nora Bedano dejó su cargo como presidenta del ente provincial.
A través de un mensaje en su cuenta de Twitter, Bedano comunicó este lunes que decidía concluir su gestión frente a la Agencia Córdoba Cultura “por razones personales”.
“Considero que, luego de casi 5 años, se ha cumplido una etapa”, agregó, y agradeció al Gobernador y a todos los trabajadores y trabajadoras de la Agencia.
La renuncia de Nora Bedano en Córdoba Cultura
“Al equipo que continúa le deseo todos los éxitos para que cada día brille más la marca Córdoba en materia de industrias culturales”, completó Bedano, quien retomará su actividad legislativa.
Minutos después de las 12 del mediodía, se confirmó que Raúl Sansica, quien era el director del teatro Real, fue el elegido para reemplazar a Bedano al frente de la Agencia.
Cabe recordar que la funcionaria oriunda de Villa María asumió la gestión a fines de 2017, tras dejar su puesto como diputada nacional, asumido tras las elecciones de 2015. Bedano reemplazó como titular de Cultura a Graciela Ayame, después de los meses de acefalía en la Agencia, tras el alejamiento por cuestiones de salud de Fernando Sassatelli, quien fue el presidente en el comienzo de aquella gestión.
Bedano siempre mantuvo un perfil mucho más político que de gestión cultural. Bajo su mandato se inauguró la histórica restauración del Teatro del Libertador en 2019 para el Congreso de la Lengua que recibió grandes elogios, aunque también algunas críticas: el cierre del histórico bar para el personal, la apertura de otro sector gastronómico “puertas afuera” en el espacio que ocupaba una importante sala de ensayo, y la nueva disposición de la caja escénica y los camarines son puntos que despertaron malestar interno.
El caso de Pepe Cibrián
Después de dos años con actividad presencial discontinua y algunas apuestas por el streaming, 2022 asomaba como el año de la reactivación en diversos aspectos y espacios.
Pero fue entonces cuando apareció el escándalo mayor que involucró a la figura de Bedano: una supuesta asignación de $ 58.244.000 para un musical de Pepe Cibrián titulado Dorothy y que produciría en Córdoba.
La información, publicada en Radio Mitre con detalles incluidos, fue negada por la agencia y por el propio director teatral, sin embargo, el manto de sospecha resultó irremediable.
Desde el ente, señalaron que en realidad la propuesta había sido por $ 22 millones, y que finalmente Cibrián terminó financiando de manera privada su proyecto.
Desde ese momento, comenzaron a circular versiones y testimonios desde el interior de la agencia acerca de los sobregastos del organismo y un inminente recorte presupuestario para los últimos meses del año. “Se gastaron toda la plata en los primeros cuatro meses”, era una de las frases que sonaban con más fuerza.
Otro de los trascendidos indicaba que, por entonces, se solicitó un refuerzo de la partida presupuestaria asignada, que este año fue de $ 3.315.168.000, según la propia administración, aunque esa inyección de dinero extra fue negada por el Gobierno provincial.
De ese elevado monto de dinero, casi $ 9 millones fueron destinados a dos muestras a principio de año, lo que también generó un gran malestar interno en medio de pedidos de “austeridad” y de “moderación” en los gastos.
Una fue la del fotógrafo Alejandro Kuropatwa, en el Palacio Dionisi ($ 3.611.499); y la otra, de Rómulo Macció, en el Buen Pastor ($ 4.752.099).
Mientras aumentaban las críticas por la inexplicable suba en el precio de las entradas para las funciones de los elencos oficiales y la falta de certezas en la programación, en las últimas horas del 30 de agosto estalló otro conflicto: 150 contratos de trabajadores monotributistas que vencían ese día fueron cesanteados sin previo aviso.
El Sindicato de Músicos denunció la baja intempestiva de los contratos de locación, “la cual dejó al descubierto la situación de precarización laboral con la que viene trabajando gran parte del personal de los elencos artísticos”, sobre todo del Teatro del Libertador San Martín.
A raíz de esta situación, fue suspendido a último momento el homenaje a la pianista Hilda Herrera, que estaba programado para el jueves 1° con la actuación del Coro Polifónico y la Orquesta de Música Ciudadana, y se adujeron razones de “fuerza mayor”.
El malestar interno fue mayúsculo y a los pocos días se realizó una masiva manifestación en las escalinatas del teatro mayor, que también se trasladó hasta las puertas de la agencia, en el edificio de la ex-Legislatura. Los reclamos eran: recomposición salarial, designaciones inmediatas de trabajadores para suplencias e interinatos, e información sobre la baja de los contratos.
Esa información nunca llegó de forma oficial.
Mientras tanto, los trascendidos eran cada vez más fuertes. Se comenzó a hablar de una “intervención” por parte del Gobierno provincial, que habría detectado contratos duplicados y hasta triplicados con montos elevadísimos.
