Tan bien le fue a Paramount Pictures con Actividad paranormal, que los cráneos que manejan a la productora, una de las majors en Hollywood, decidieron crear Paramount Insurge, una subsidiaria abocada solamente a desarrollar proyectos de bajo presupuesto y en tono documental. Y preferentemente, de terror.
Con el diablo adentro (The devil inside) es uno de ellos, y si bien llegará a la Argentina en febrero, se estrenará un mes antes en casi todo el mundo. A primera vista, podría ser una nueva película de exorcismos, pero a medida que avanza el tráiler, se percibe que el terror psicológico gana terreno, e incluso hay tomas que simulan ser de cámaras de seguridad.
La historia se sitúa en 1989, con una llamada a los servicios de emergencia como disparador. Quien habla es Maria Rossi (interpretada por Suzan Crowley) confesando haber asesinado brutalmente a tres personas. Dos décadas más tarde, su hija Isabel (la bellísima actriz brasileña Fernanda Andrade), trata de comprender la verdad de lo sucedido esa noche y viaja al Hospital de Centrino para depravados mentales en Italia, donde su madre ha sido encerrada para determinar si está mal de la cabeza o está poseída por demonios.
Ahí entran en escena dos jóvenes exorcistas que podrían curar a su madre con métodos algo heterodoxos que van haciendo más difuso el límite entre la ciencia y la religión, un cóctel que desde siempre ha resultado atractivo para las grandes audiencias.
