Un hecho insólito sacudió la localidad de Olmos, en la región costera de Lambayeque, Perú, cuando un hombre que había sido dado por muerto mostró signos de vida moviéndose dentro de su propio ataúd. El incidente ocurrió en pleno velorio, dejando a los familiares y amigos presentes en estado de conmoción y sorpresa.
El velorio se desarrollaba con normalidad, con la familia y amigos reunidos entonando cánticos religiosos, cuando los asistentes notaron que el ataúd comenzó a moverse. Al acercarse para investigar, se percataron de que era el cuerpo del supuesto fallecido el que estaba realizando movimientos leves dentro de la caja.
Según reportes, una mujer presente en el video que documentó el suceso identificó al hombre como “Iván”, aunque su apellido completo no se ha dado a conocer. La reacción de los testigos fue de llanto, asombro y oraciones. Algunos de inmediato calificaron el hecho como un “milagro”, comparándolo con el relato bíblico de la “Resurrección de Lázaro”. En el video, una mujer expresó emocionada: “¡Gloria a Dios! Este varón está vivo. Todos los que nos están viendo, sus oraciones por este varón, Iván, que Dios haga su gloria”.
El sorprendente episodio fue grabado por los mismos familiares y rápidamente se viralizó en redes sociales. El video generó miles de reacciones en línea, dividiendo opiniones entre quienes lo vieron como una manifestación de fe y quienes cuestionaron su veracidad.
Si bien el evento fue asociado por algunos con un milagro, este tipo de sucesos donde una persona declarada muerta “revive” en un velorio no son inéditos y se asocian comúnmente a cuadros de catalepsia.
La catalepsia es descrita como un raro trastorno que provoca la pérdida de movilidad y deja los músculos rígidos. En este estado biológico, una persona yace inmóvil, en aparente muerte, y sin signos vitales visibles, cuando en realidad puede hallarse en un estado consciente de intensidad variable.
Hasta el momento de la publicación de las noticias, no se difundió un parte oficial por parte de las autoridades médicas o policiales que confirme el estado de salud actual del hombre o su identidad. Tampoco se informó si fue trasladado a un centro de salud para una evaluación médica precisa. El caso sigue sin aclararse oficialmente y se esperan datos que puedan arrojar luz sobre lo sucedido.
El misterio que rodea el suceso en Olmos persiste, dejando a la comunidad y a quienes presenciaron el video debatiendo entre la posibilidad de un fenómeno médico excepcional como la catalepsia o la interpretación de un hecho de naturaleza milagrosa.