Un insólito y peligroso episodio que pudo termina con consecuencias fatales ocurrió en la localidad de Bernal, provincia de Buenos Aires, luego de que un imprudente conductor de un auto terminara en el fondo de un enorme pozo con agua donde se realizaban reparaciones de un caño roto.
Lo peor de todo es que viajaba con su pequeña hija. Pero para agravar la situación, al momento de ser auxiliado y controlado por los inspectores municipales se dieron conque tenía una alcoholemia positiva de 2,24 de alcohol en sangre.
Afortunadamente, los dos resultaron ilesos y solo quedó el susto para la nena.
