Lo que parecía una noche tranquila terminó en una situación desesperante para una familia del Reino Unido. Danielle Beardsley, una madre del pueblo de Corby, descubrió que su hijo de cinco meses, Elliot Thomson, tenía los dedos del pie derecho muy enrojecidos y visiblemente apretados. La causa fue tan inesperada como alarmante: varios cabellos se habían enrollado en sus deditos durante la noche.
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“Me asusté mucho. Cuando desvestí a Elliot y vi sus dedos enrojecidos y apretados por los pelos, entré en pánico”, contó Danielle, quien llevó de inmediato al bebé al Hospital General de Kettering.
Allí, los médicos le confirmaron que se trataba del “síndrome del torniquete capilar”, una afección que se produce cuando un cabello o hilo queda enredado en alguna extremidad del cuerpo —como los dedos, la lengua o el ombligo— y empieza a cortar la circulación. En algunos casos, si no se detecta a tiempo, puede derivar en la amputación.
Según explicó la madre al medio británico The Sun, los pelos que provocaron la situación posiblemente eran suyos o de su hija mayor y habrían quedado atrapados en el pijama del bebé tras el lavado.
“Si no lo hubiéramos detectado a tiempo, podría haber perdido dos o tres dedos”, aseguró la mujer, y añadió que los médicos utilizaron una herramienta especial para quitarle cuidadosamente los cabellos que apretaban su pie.
Después del susto, Danielle decidió contar su experiencia para alertar a otras familias sobre este tipo de accidentes. “Nunca había escuchado sobre esto. Ahora, siempre reviso la ropa antes de ponérsela a mis hijos y lavo los pijamas del revés para evitar que se acumulen pelos o pelusas”, comentó.
Especialistas recomiendan, además, el uso de secadoras de ropa cuando sea posible, ya que ayudan a eliminar residuos que puedan quedar atrapados en las prendas.
“Con estos torniquetes, sobre todo en bebés, todo puede volverse grave muy rápidamente. No es cuestión de horas, sino de minutos”, concluyó Danielle, que espera que su testimonio evite más casos como el suyo.
