Lo que empezó como una ocurrencia terminó convirtiéndose en una de las escenas más compartidas en redes. En Garrafão do Norte, Brasil, Isaque, vestido con ropa informal y ojotas, se unió sin inscripción a una competencia de ocho kilómetros en la que participaban atletas profesionales.
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El momento quedó registrado por las cámaras oficiales, que captaron cómo el hombre, visiblemente ebrio, se mezcló con los corredores en el instante de la largada. Pese a las expectativas de los organizadores y del público, que pensaban que abandonaría en pocos metros, el improvisado competidor completó el recorrido.
Las imágenes no tardaron en circular por redes sociales, donde la escena fue celebrada por usuarios que destacaron el carácter espontáneo y festivo del episodio. “Yo había bebido y, al ver la multitud, pensé: voy a correr para quitarme la resaca”, contó Isaque en un video posterior.
Amigos del protagonista, sabiendo que él no tenía celular, le abrieron una cuenta en redes para recibir el apoyo que despertó su participación. El cierre de la jornada sorprendió a todos: los organizadores le entregaron una medalla, como a cualquier otro participante, y explicaron que quisieron reconocer el espíritu lúdico del momento y la capacidad del deporte para generar un ambiente sano.
