El influencer bielorruso Andrey Burim, más conocido como Mellstroy, volvió a estar en el ojo de la tormenta. El streamer de 26 años lanzó un concurso en redes sociales en el que promete regalar departamentos valuados en más de 60 mil dólares a los usuarios que publiquen los videos “más creativos o impactantes” promocionando su marca.
Pero lo que parecía una simple campaña de marketing se transformó en una competencia sin límites. Miles de participantes comenzaron a subir contenidos cada vez más extremos para llamar la atención del influencer, y entre ellos, una pareja rusa llevó la situación al extremo: filmó a su bebé de un año mientras lo tatuaban con la frase “Mellstroy-Game”.
“No sabíamos cómo sorprenderte, Mellstroy, así que decidimos tatuar a nuestro hijo de un año. Llevamos tres años alquilando y no podemos comprar un piso. Estamos hasta las orejas de deudas”, dijo la madre en el video, mientras el niño lloraba y el padre lo sostenía.
Las imágenes generaron indignación en todo el mundo y fueron denunciadas por la Liga de Internet Segura de Rusia, que pidió una investigación penal. Luego, los padres aseguraron que el tatuaje no era real y que habían utilizado un marcador, pero el daño ya estaba hecho: el video se volvió símbolo del descontrol que generó el concurso.
“Estos desafíos explotan la vulnerabilidad y el deseo de reconocimiento”, advirtió Ekaterina Mizulina, directora de la organización. “Miles de adolescentes y adultos están destruyendo objetos, quemando ropa o incluso lastimándose para destacarse. Lo más preocupante es que no hay control sobre el contenido ni sobre los premios”.
El reto, que no exige pago para participar, funciona como una estrategia de promoción del casino online de Mellstroy: los concursantes deben incluir su logo o enlace en los videos y subirlos a TikTok o Telegram. En la práctica, miles de personas se convierten en agentes publicitarios a cambio de la remota posibilidad de ganar un departamento.
Pese a las críticas, Mellstroy continúa transmitiendo en vivo y sumando seguidores. Con más de 7,6 millones de fans, el influencer sigue recibiendo a diario cientos de nuevos videos de participantes que buscan convertirse en los próximos “ganadores” de su polémico desafío.
