La historia de Joaquín, un joven de 13 años oriundo de Villa Ballester, se volvió viral luego de que cumpliera una promesa que mezcló pasión deportiva, tradición familiar y mucho esfuerzo físico.
Tras la consagración de Boca en la Liga Nacional de Básquet, el adolescente caminó casi 23 kilómetros hasta La Bombonerita, el estadio donde juega el equipo, sin dejar de picar una pelota durante todo el recorrido.}
El desafío no lo hizo solo: lo acompañaron su papá Matías y su tío, en una travesía que comenzó como una idea familiar y terminó con cientos de reacciones en redes sociales.
La promesa había surgido a principios de año, cuando padre e hijo se comprometieron a cumplir con esta caminata si Boca lograba el campeonato.
“El básquet de Boca hoy me genera más emoción que el fútbol”, expresó Joaquín en la red social X. El joven se acercó al deporte a través de la ropa deportiva, pero pronto se sumó al club San Andrés, donde hoy entrena.
La tradición de caminar hasta el estadio tiene historia en su familia. Matías recordó que comenzó en los años 70, y él mismo la retomó durante la época dorada de Boca con Carlos Bianchi como DT. Este año, Joaquín propuso un giro: hacer la caminata, pero picando la pelota sin pausa.
Desde Villa Ballester hasta la Bombonerita hay casi 23 kilómetros. Si bien la ruta podría hacerse en poco más de cinco horas, ellos tardaron ocho. Hicieron paradas para comer, tomar café y saludar a amigos, pero nunca dejaron de lado el objetivo. Joaquín llevó la pelota durante todo el trayecto.
“El objetivo logrado fue genial, pero el camino con este equipo fue aún mejor”, publicó Matías en su cuenta de X (@Matimurias3), donde compartió fotos del recorrido.
Además de la caminata, Joaquín ya cumplió otro sueño: participar de un campus con Martín ‘Loku’ Cuello, quien le regaló el short que usó en la final. Ahora, padre e hijo quieren llevar una bandera a cada partido, como parte de una serie de desafíos que fortalecen su vínculo con el club.
La historia llegó a los protagonistas del deporte, como el DT Gonzalo Pérez, que le envió un saludo a Joaquín. La repercusión también ayudó a visibilizar al básquet de Boca y a convocar a hinchas de distintas generaciones a vivir la experiencia en la Bombonerita.