Los grupos de WhatsApp de vecinos suelen armarse para coordinar medidas de seguridad, pero en este caso la situación tomó un rumbo inesperado y se volvió viral.
Todo comenzó cuando una vecina advirtió que había un hombre merodeando por una esquina, observando con insistencia una vivienda. “Vecinos alerta, ese señor anda hace rato deambulando por la esquina de tal intersección, hablando por celular, ¿alguien más lo vio?”, escribió Nélida.
La inquietud creció cuando otro integrante del chat sumó detalles. “Sí, lo estoy viendo por la ventana, parado frente a lo de la familia Gómez relojeando la casa. ¿Alguien sabe si los Gómez están en su casa?”, preguntó Pocho.
La respuesta no tardó en llegar: la familia estaba de viaje. Sin embargo, la tensión se desactivó por un momento cuando una mujer aclaró que se trataba de su esposo. “El sospechoso que vieron hablando por celular es Rubén, mi marido. Sale a la calle siempre porque adentro de casa no tiene señal”, explicó.
Pese a eso, los vecinos no quedaron tranquilos. Relataron que el hombre había entrado a la casa de los Gómez y hasta aseguraron que se llevó al perro. La mujer volvió a dar explicaciones: estaban cuidando a la mascota mientras los dueños estaban de viaje.
El malentendido parecía resuelto, hasta que otra vecina lanzó la bomba: “¿Vos estás segura que es tu marido? Porque se acaba de encontrar con una mujer y se saludaron muy afectuosamente”.
La policía intervino e interrogó al hombre. Confirmaron que se llamaba Rubén y que estaba acompañado por una compañera de trabajo llamada Romina. La esposa, indignada, pidió una videollamada para cerciorarse y, pese a reconocerlo, decidió vengarse. “Lo vi y 100 % segura que no es él. Por favor, que se lo lleven preso y a la otra también”, aseguró frente a los agentes.
La mujer, furiosa, dejó en claro su decisión: “Gracias Marta. Y te voy a pedir otro favor: en los próximos días te voy a estar contactando para que me salgas de testigo de mi divorcio. No le van a quedar ni los calzones agujereados”.
Acto seguido, abandonó el grupo de WhatsApp. La historia se cerró con humor cuando otro vecino publicó una imagen de El Chavo del 8 con la frase: “Qué bonita vecindad”.