Ezequiel Francisco Curaba, un joven de 21 años, que se electrocutó el domingo último al intentar robar cables subterráneos de alta tensión en la zona sudoeste de la ciudad de Rosario, y que se encontraba internado en estado crítico con el 90% de su cuerpo quemado, murió el martes en un hospital público, informaron fuentes policiales, judiciales y sanitarias.
En las últimas horas, una maestra que le dio clases al chico publicó unas palabras en la red social Facebook para despedirlo luego de una serie de comentarios negativos que se llenaron en los distintos portales donde se replicó la noticia.
“No quiero que lo recuerden así. Él era Eze, mi alumno. Era muy dulce y andaba con su carro. Tuvimos muchas mañanas de mates y risas. Se medía en todo pero siempre sonreía”, expuso la docente. Y prosiguió: “Leyendo comentarios en notas de diarios, veo que festejan su muerte tan dura y cruel. Quizá, la posibilidad de unos pesos más para el morfi. No lo sé. Era tan dulce y siempre sonreía”.
Sobre el final, la maestra reflexionó: “El hambre no espera. Cuánto dolor”.
Un hermano de Ezequiel detenido en Rosario
En el marco de la investigación por el robo de cables, un hermano de la víctima, de 34 años, fue detenido como sospechoso de ser cómplice del intento de robo del que habrían participado ambos y en que el aprehendido resultó ileso.
El robo de cables de cobre es un delito que va en aumento en Rosario y según las estadísticas del Ministerio de Justicia y Seguridad santafesino, solo en enero 95 personas fueron detenidas en flagrancia de los cuales, 87 fueron hombres y 8 mujeres.
