Nahuel Sanz trabaja como playero en una estación de servicio de Pergamino, Buenos Aires. En las últimas horas, se volvió viral luego de compartir en TikTok una situación que lo dejó perplejo y, según sus palabras, “angustiado”.
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Todo comenzó cuando un cliente le pidió que le llenara el tanque de nafta. Nahuel le ofreció, además, revisar el agua y el aceite, calibrar los neumáticos y limpiar los vidrios. El cliente aceptó y sumó un pedido más: que le repasara también las ventanillas.
“Lo hice porque no había nadie. Si hay mucha gente no puedo repasarles las ventanillas, porque viene otro y me agarra del cogote”, comentó el joven en el video.
Cuando terminó de limpiar, le propuso revisar agua y aceite, a lo que el cliente volvió a responder que sí. Finalmente, calibró las ruedas. Al cerrar el servicio, el conductor le agradeció y le dejó una propina de 100 pesos.
“No es por la propina. ¿Pero $100? No me des nada. Lo hago de onda si puedo, pero me sentí basureado”, expresó Nahuel.
Aunque la anécdota puntual despertó debate, el joven fue más allá y habló del trato que muchas veces recibe en su trabajo. “Siempre se viven estas situaciones así de desprecio, pero no con todo el mundo. Hay gente muy buena. Pero también hay quienes se la agarran con vos porque demorás en atenderlos”, explicó.
Nahuel tiene nueve años de experiencia en atención al público, tres de ellos como playero. Aseguró a TN que está “replanteándose” seguir en el rubro. “Es muy difícil y está cada vez más difícil. Este video fue a las 6 de la mañana hace dos días”, agregó.
También comentó que los surtidores a veces se pasan por unos pesos, y esa diferencia luego se descuenta del sueldo. “Son $ 2000 o $ 3000 por día. A fin de mes, eso puede sumar entre $ 60.000 y $ 90.000”, explicó.
Además del desgaste físico y mental, apuntó contra los turnos rotativos. “A veces salís a las 10 de la noche y volvés a entrar a las 6 de la mañana. Vivís cansado”, lamentó.
Finalmente, afirmó que no le molestaron las críticas que recibió tras la viralización del video: “Me empezaron a decir de todo. Algunos me daban la razón y otros me criticaron. Pero esto que conté es la realidad de lo que me pasó”.
