Lo que comenzó como un reclamo verbal por el estado y la hora de llegada, escaló de manera trágica en una vivienda de Santiago del Estero. El hecho tuvo lugar a mediados de agosto, cuando la víctima regresó a su domicilio en el barrio Lomas de Zamora, Beltrán, después de participar en un torneo local de fútbol y quedarse bebiendo con amigos.
Al verlo llegar, su pareja, con quien convivía desde hacía varios años, comenzó a reprocharle a los gritos tanto la hora como su estado de ebriedad.
Llegó borracho y tarde de jugar al fútbol: su novia lo agredió
Tras una acalorada discusión, el hombre decidió acostarse para evitar un conflicto mayor. Sin embargo, la situación empeoró drásticamente. Mientras él estaba en la cama, la mujer tomó una olla con agua hirviendo y se la arrojó encima.
Desesperado, la víctima intentó cubrirse el rostro con los brazos, pero sufrió quemaduras en múltiples zonas, incluyendo brazos, pecho, abdomen, hombro, cuello y pierna izquierda, informaron medios locales.
A pesar del intenso dolor, el hombre logró dirigirse a la comisaría local para realizar la denuncia. La Policía acudió de inmediato al domicilio y detuvo a la agresora.
Horas más tarde, la mujer fue liberada, pero la Justicia impuso una restricción de acercamiento y ordenó que inicie un tratamiento psicológico. Un portavoz policial confirmó que el hombre presenta “lesiones compatibles con quemaduras por agua a alta temperatura”.
La fiscalía imputó a la mujer por los delitos de lesiones calificadas y amenazas. Sin embargo, en un giro de los acontecimientos, la acusada contraatacó judicialmente, presentando una denuncia contra su pareja por supuestos hechos de violencia doméstica.
Fuentes cercanas a la causa indicaron que, si bien la pareja convivía desde hacía varios años y se conocían episodios previos de conflictos, no existían antecedentes judiciales ni denuncias formales hasta el momento de este brutal ataque. Vecinos del barrio señalaron que la relación “tenía altibajos y discusiones frecuentes”, mostrándose sorprendidos por la magnitud de la violencia empleada.