Un hombre de 60 años, sin antecedentes médicos ni psiquiátricos, fue internado de urgencia con una intoxicación grave tras modificar su dieta siguiendo recomendaciones de ChatGPT. El alarmante caso, reportado en la publicación Annals of Internal Medicine: Clinical Cases, puso de manifiesto los peligros de confiar en la inteligencia artificial (IA) para obtener información o consejos de salud sin supervisión profesional.
Un hombre hospitalizado por seguir consejos de salud de ChatGPT
Preocupado por supuestos efectos negativos del cloruro de sodio (sal de mesa común), el hombre decidió eliminar el condimento de su dieta. En lugar de consultar a un médico o nutricionista, recurrió a ChatGPT para encontrar un sustituto.
La respuesta de la IA lo llevó a una decisión extremadamente peligrosa: durante tres meses, reemplazó el cloruro de sodio por bromuro de sodio, una sustancia que adquirió por internet. Aunque la IA probablemente se refería a otros contextos, como la limpieza, y no a la salud, el hombre interpretó que podían intercambiarse.
La ingestión de bromuro puede conducir a una intoxicación conocida como bromismo, un síndrome que fue común a principios del siglo XX y que en aquella época contribuyó hasta en un 8% de los ingresos psiquiátricos.
Aunque su incidencia disminuyó drásticamente cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) eliminó el uso de bromuro en medicamentos de venta libre entre 1975 y 1989, los casos de bromismo han resurgido en los últimos años, principalmente debido a la creciente disponibilidad de sustancias que contienen bromuro a través de internet, como suplementos dietéticos y sedantes.
El paciente ingresó al servicio de emergencias con la preocupación de que su vecino lo estaba envenenando, un claro síntoma de paranoia. Aunque al principio negó tomar cualquier medicamento o suplemento, los análisis de laboratorio revelaron anomalías.

A medida que su condición progresaba durante las primeras 24 horas de internación, el hombre desarrolló una creciente paranoia, alucinaciones auditivas y visuales, lo que lo llevó a intentar escapar y, finalmente, a una internación psiquiátrica involuntaria. Con el tiempo, también reportó síntomas dermatológicos como acné facial, además de fatiga e insomnio. Un análisis específico confirmó la presencia de bromuro en su sistema, muy por encima del rango normal de referencia.
Tras la interrupción de la ingesta de bromuro y un tratamiento adecuado con fluidos intravenosos, los valores de laboratorio del paciente se normalizaron y sus síntomas psicóticos mejoraron. Fue dado de alta estable y sin necesidad de medicación.
Los autores del informe, preocupados por el rol de la IA en este caso, realizaron un experimento propio: le preguntaron a ChatGPT 3.5 con qué se podía reemplazar el cloruro.
La respuesta de la IA también incluyó el bromuro, pero, según los investigadores, no ofreció una advertencia de salud específica ni preguntó el motivo de la consulta, algo que un profesional médico sí haría.