De vez en cuando, por internet circula una imagen que parece de un documental de ciencia ficción: dos cuerpos de agua, uno azul y otro marrón, separados por una línea perfectamente definida. Sugiere que se trata de dos mares que no se mezclan -el Mar del Norte y el Mar del Sur- y que este fenómeno responde a algún tipo de misterio oceánico.
La realidad es mucho más sencilla. Según el químico y divulgador científico Vladimir Sánchez, conocido como @breakingvlad, lo que se observa no es la frontera entre dos mares, sino algo completamente diferente: la desembocadura de un río cargado de sedimentos.
¿Son dos mares?
En realidad, lo que se percibe como una separación entre un “mar marrón” y un “mar azul” es el momento en que un río vierte sus aguas en el océano. El color marrón se debe a los sedimentos que el río arrastra a lo largo de su curso, y que continúan suspendidos cuando el agua dulce entra en contacto con el agua salada.
Este fenómeno es frecuente en zonas de fuertes corrientes marinas. Cuando las aguas del río cargadas de sedimentos se encuentran con el mar, se forma una especie de “frontera visual” entre ambas. No porque no se mezclen, sino porque la densidad, la temperatura y los materiales en suspensión son diferentes.
La explicación científica detrás del fenómeno

Según explica el químico la razón se encuentra en la física de los fluidos. El agua dulce del río y el agua salada del mar poseen distintas densidades. Se le suman factores como la temperatura, la velocidad de las corrientes y la carga de sedimentos. Esto genera una separación temporal visible, que crea la ilusión de que “no se mezclan”.
A través del tiempo, esas partículas suspendidas tienden a separarse. Como señala @breakingvlad, al colocar el agua turbia en un tubo y dejarla en reposo, los sedimentos caen al fondo, dejando el líquido claro. Esto ocurre también en el mar, sólo que a una escala mucho mayor.