Hace unos meses, una joven azafata relató a través de su cuenta de Twitter la discriminación que sintió durante una entrevista laboral. Una de las reclutadoras de una compañía aérea le indicó que para el puesto para el que se postulaba tenía que “perder peso”. En ese momento, Josefina Macchi, de 25 años, agradeció “que me lo hayan dicho a mí y no a una persona con trastornos alimenticios”.
“Honestamente, tenés que perder peso”, fue la explicación que recibió cuando le consultó a la reclutadora el motivo por el cual no había pasado con éxito la entrevista para trabajar en la aerolínea Emirates Airlines.
“Agradezco que me lo hayan dicho a mí y no a una persona con trastornos alimenticios, alguien que le hacen ese comentario y no sabes cómo puede reaccionar”, contó durante un reportaje en la señal C5N.
“Jamás pensé que iba a hacer esto, pero hoy estoy extremadamente desconcertada”, comenzó a relatar la joven a través de sus redes sociales.
Dos meses después de aquel hecho desagradable, la joven contó que consiguió trabajo y “está feliz”.
“Último día de vuelos de instrucción y me saqué esta foto con mi sueño cumplido. Tripulante de cabina, ahora sí. Gracias por apoyarme”, contó en sus redes tras firmar un contrato con la low cost FlyBondi.
En comunicación con TN, Josefina contó: “Ahora estoy feliz, porque más allá de haber conseguido trabajo, pude realizar todos los procesos junto a mis compañeros. Eso fue muy justo. Hubiese sido raro saltear esa etapa por mi exposición y lo que me pasó”.
Macchi fue a la primera entrevista una semana después de su frustrada búsqueda en la aerolínea internacional. “Fueron una serie de entrevistas, el curso de ingreso y luego las prácticas. Ayer firmé contrato, por eso lo conté”, relató.
La azafata contó también que su primer vuelo será en unos días: “El domingo tengo mi primer vuelo como tripulante. Vamos a Salta”.
Además, dijo que su contrato “no tiene duración” y que ya recibió el itinerario de trabajo para el próximo mes. “Tengo 45 horas de vuelo por mes. Tres días libres de corrido y otros en los que no trabajo, pero tengo que estar de guardia por si se da alguna baja”, agregó.
“En esta empresa me indicaron que la edad y el cuerpo no son importantes para ser tripulante de cabina. Así que estoy muy contenta”, explicó.
La mala experiencia con Emirates Airlines
“Como muchos saben, terminé el curso de tripulante de cabina y lo que más quiero es volar. Para ello, hoy fui a una entrevista de Emirates Airlines”, contó allá por abril la joven azafata.
Luego, Josefina detalló que la reclutadora solicitó a los postulantes ponerse en pareja y llevar adelante una conversación en inglés: “Nos hacen a uno por uno presentar al compañero, yo la presento (a su compañera) y la verdad que el inglés no fue un problema, sentí que hablé recién”.
Al finalizar esa instancia, la reclutadora les solicitó a los postulantes esperar afuera, y llamó, junto a otras personas, a Macchi: “Ingreso e identifico que había una chica que directamente no habló en la instancia anterior porque no sabía NADA de inglés, por ende lo primero que pensé fue... ‘uy, no quedé’”, explicó desde su cuenta de Twitter.
Ante esta situación, la joven dijo que no tenía “nada que perder” y esperó para consultar a la reclutadora el motivo por el que no había sido seleccionada, a lo que su respuesta fue: “Honestamente, tenés que perder peso”.
“Luego de eso vinieron los halagos de su parte”, continúo, “‘sos muy linda, tenés muy buen nivel de inglés, pero necesitas eso. Tenés que esperar 6 meses y blabla. Ah, y por favor no comentes que te dije esto porque no habla bien de la empresa’”, dice que dijo la reclutadora.
Frente a esto, la joven dijo que cuando escuchó la devolución sintió “un puñal”.
“Claramente la reclutadora no tuvo noción de lo que estaba diciendo, fue una barbaridad. Y lo más fuerte es la impunidad que maneja la empresa”, aseveró.
Ante las repercusiones de su caso en las redes sociales, Macchi contó que le llegaron todo tipo de mensajes, desde “ya vas a conseguir una aerolínea”, hasta “ya sabés dónde te estás metiendo, tenés que salir a correr”, motivo por el que silenció las notificaciones de Twitter.
“Yo entiendo que cuando uno está en esos ámbitos es normal que te digan eso, y eso es lo triste. Se naturaliza que te digan que tenés que bajar de peso para ser azafata”, remarcó hoy durante la entrevista.
“Un montón de gente me escribió diciéndome que no se lo hubiera bancado”, agregó Macchi, y sostuvo que “por algo se visibilizó tanto” el caso, ya que, por lo general “estas personalidades suelen no hablarlo, y pasan cosas como depresión, malestar, angustia, y es horrible”.
Finalmente, Macchi instó a visibilizar este tipo de actos y a no quedarse callados.
“Callarse es peor. Hay que hablarlo y tratarlo, terapia más que nada, y las cosas pueden ser mejores de lo que son. Quedarse callado no va a cambiar nada”, concluyó.
