Una mañana de domingo en Lexington, Kentucky, comenzó de forma inusual para Holly LaFavers. Mientras se preparaba para ir a la iglesia, un repartidor de Amazon dejó una caja de chupetines frente a su edificio de apartamentos.
Lo que parecía una entrega normal rápidamente escaló: llegaron más cajas, y luego más. Pronto, 22 cajas de 50.600 golosinas se apilaban en su puerta, según lo informado por La Nación. Fue entonces cuando escuchó lo que ningún padre quiere oír: su hijo, Liam, de 8 años, había hecho un pedido masivo por internet sin querer.
Liam, familiarizado con Amazon y otros sitios de compras desde la pandemia, estaba jugando a armar una lista de compras. Le dijo a su madre que quería organizar una feria para sus amigos. Sin embargo, un error llevó a que, en lugar de guardar los artículos en el carrito o una lista, hiciera un pedido de casi 70 mil unidades de las golosinas, según su madre.
La factura ascendió a U$S 4.200 dólares por 30 cajas de Dum-Dums. La madre afirmó que “mi Alexa ni siquiera sonó para decirme que se habían entregado”.
Al descubrir un cargo de U$S 4.200 de Amazon y su saldo bancario “en números rojos”, LaFavers entró en pánico. Llamó a Amazon, que inicialmente le aconsejó rechazar los envíos. La mujer logró rechazar ocho cajas (18.400 chupetines), pero las 22 cajas restantes ya habían sido entregadas.
Amazon le comunicó entonces que no podía aceptar la devolución de las golosinas porque eran alimentos.
Frustrada, LaFavers recurrió a Facebook para intentar vender las cajas, ofreciéndolas a U$S 130 cada una. Su publicación atrajo la atención de los medios locales y nacionales.
La respuesta de Amazon por la compra de 70 mil chupetines
Afortunadamente, Amazon finalmente se comunicó con LaFavers y le informó que le devolvería el dinero. La empresa dijo en un correo electrónico que “trabajó directamente” con ella para “convertir una situación complicada en algo dulce”.
Tras recibir el reembolso el miércoles, LaFavers decidió no vender los Dum-Dums, sino regalarlos a la comunidad.
Recomendaciones para evitar compras accidentales
La historia de Liam resonó entre otros padres en Facebook, quienes compartieron anécdotas similares de compras accidentales por parte de niños.
Por eso, compartieron consejos para prevenir estas situaciones, como desconectar los métodos de pago, establecer alertas para compras grandes o simplemente mantener los dispositivos fuera del alcance de los niños.
Las empresas tecnológicas también ofrecen medidas de seguridad. Roblox recomienda compras protegidas por contraseña. Epic (creadores de Fortnite) tiene un paso de “intención de compra” y opciones de cancelación. Apple ofrece controles parentales como “Pedir comprar” o “no permitir” compras dentro de apps. Google Play tiene salvaguardas adicionales para cuentas familiares que verifican la autorización del usuario en apps para niños menores de 12 años.