Un joven de 16 años estaba jugando un partido de golf en Utah, Estados Unidos, cuando sintió un fuerte dolor en su entrepierna y se llevó una sorpresa. El chico se agachó para buscar una pelota cuando se dio cuenta que le faltaba un testículo.
Los compañeros se alertaron por la situación y fue trasladado rápidamente al hospital más cercano donde los médicos realizaron un examen y descubrieron algo sorprendente.
Cinco años antes, el joven había sido diagnosticado con “testículo retráctil”, una patología en la que los testículos no descienden adecuadamente al escroto. Los médicos descubrieron que su testículo faltante no había desaparecido, sino que se había trasladado al escroto inferior debido a la patología que padecía.
Los especialistas explicaron que esta patología, llamada “patent process vaginalis”, ocurre durante el desarrollo fetal en el útero materno, cuando los testículos se desarrollan en el abdomen y luego descienden al escroto. Sin embargo, en algunos casos, el proceso no se completa y hay una conexión entre el testículo y el escroto.
Ante lo sucedido, los médicos decidieron que era necesario realizar una operación para colocar sus partes íntimas en su lugar y asegurarse de que su organismo funcione correctamente.
