Este miércoles el estado de Arizona (EE.UU) ejecutó a Frank Atwood, de 66 años quien se encontraba condenado por el asesinato de una menor de ocho años en 1984.
La inyección letal fue distribuida al sentenciado luego de que el Tribunal Supremo de Justicia de Estados Unidos rechazara la apelación final de los abogados de Atwood.
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Según informó el fiscal general de Arizona, Mark Brnovich, el acusado fue declarado muerto a media mañana.
“Atwood había sido condenado y cumplió una sentencia de prisión por asalto brutal contra menores en California, y luego cuando uno ve el crimen que cometió aquí, y lo que esa familia ha sufrido es algo terrible”, expresó Brnovich.
CÓMO FUE EL ASESINATO
Lynne Hoskinson fue secuestrada por Atwood y sus restos fueron encontrados en un área desértica al noroeste de Tucson siete meses más tarde del hecho. Los expertos forenses no pudieron determinar la causa de la muerte.
La niña había desaparecido después que salió de su casa en el Condado Pyma para depositar una tarjeta de cumpleaños en un buzón cercano.
LAS REACCIONES LUEGO DE LA EJECUCIÓN
“El día de hoy marca la justicia final para nuestra hija Vicki”, dijo Debbie Carlson, la madre de la niña. “Vicki era una niña vibrante, con una risa contagiosa y una sonrisa que derretía corazones”.
Frank Strada, director del Departamento Correccional de Arizona, dijo que en su declaración final Atwood agradeció a un sacerdote “por estar aquí hoy y por guiarme a la fe”.
EL SEGUNDO PRESO EJECUTADO EN ARIZONA EN MENOS DE UN MES
El estado de Arizona sometió a la pena capital a Clarence Dixon el pasado 11 de mayo y de esta forma puso fin a la suspensión de ejecuciones atribuida a la dificultad para obtener los compuestos de la fórmula letal.
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Tras las críticas a una ejecución de 2014 en la cual, según testigos, el condenado sufrió convulsiones durante más de 10 minutos antes de morir, el uso de la pena capital en ese estado del suroeste se había suspendido.
