Dos jóvenes influencers volvieron a exponer los problemas de seguridad del Museo del Louvre tras conseguir algo insólito: colgar un retrato suyo en la misma sala donde se exhibe la Mona Lisa sin que nadie del personal se diera cuenta. La escena, registrada paso a paso, se volvió viral y reavivó el debate por las fallas de control en uno de los museos más visitados del mundo.
Canal especial virales de La Voz
El episodio ocurrió el 14 de noviembre y generó ruido en redes sociales, principalmente porque llega apenas días después de la polémica por el robo de joyas de la corona francesa, valuadas en 88 millones de euros. En este contexto, la travesura de los creadores de contenido encendió aún más las alarmas.
Los responsables son Neal y Senne, dos tiktokers belgas que compartieron en su cuenta el operativo completo. En el video contaron que tenían apenas “30 segundos” para concretar la acción y ubicar el lienzo en uno de los espacios más custodiados de toda la pinacoteca.
Cómo fue la estrategia para entrar
Para entrar al museo idearon una estrategia que les permitiera pasar desapercibidos. Sabían que una pieza grande activaría cualquier sospecha, así que optaron por una versión más pequeña, enrollada y escondida dentro de una estructura plegable de Lego y una bolsa de compras. De esa manera, superaron el control sin mayores problemas.
Una vez adentro, se movieron con rapidez. Aclararon que colgar el cuadro en la pared exacta donde está la Mona Lisa era directamente imposible por la cantidad de guardias, pero sí lograron dejarlo en la misma sala, cumpliendo su objetivo principal.
“Sabíamos que era arriesgado. Una vez colgada la obra, nos marchamos inmediatamente. No queríamos provocar a la seguridad ni esperar su reacción”, explicaron los belgas.
Medios franceses difundieron el clip el mismo día en que el Louvre anunció el cierre de una galería de antigüedades griegas y de un sector de oficinas del cuadrilátero Sully por problemas de fragilidad estructural detectados en las vigas del edificio. Los trabajadores fueron reubicados mientras se investigan los daños.
No era la primera vez que lo hacían: meses atrás ejecutaron una acción similar en el Museo de Bellas Artes de Gante, en Bélgica.
El video no tardó en expandirse por las redes. Muchos usuarios reaccionaron con humor ante la escena, mientras que otros cuestionaron el nivel de vigilancia del museo. Uno de los mensajes más compartidos fue directo al punto: “La seguridad del Louvre se debería revisar al completo llegados a este nivel”, lamentó un usuario.
