En Suecia desarrollaron una tecnología que sorprendió al mundo y revolucionó la forma de reparar calles. Se trata del Dragon Patcher, un sistema automatizado que tapa baches en cuestión de minutos sin necesidad de interrumpir el tránsito ni exponer a trabajadores al frío o al peligro.
La máquina, que se volvió viral en redes sociales, opera con un brazo robótico que inyecta material directamente sobre el bache desde una cabina completamente cerrada. Todo el proceso lo controla un único operario, sin asistencia externa.
Una de las principales ventajas de este sistema es que puede funcionar bajo cualquier condición climática, incluso en plena lluvia o nieve. Esto lo convierte en una herramienta clave en países como Suecia, donde las temperaturas extremas y el hielo deterioran las calles durante el invierno.
Además de ser eficaz, el método es más seguro y económico que los procedimientos tradicionales. Al no haber personal expuesto ni necesidad de cortar calles, se redujeron los costos y el tiempo en que una calle permanece inhabilitada.
La viralización del video despertó todo tipo de reacciones, especialmente entre usuarios argentinos. “En Suecia no arreglan baches porque no llegan a tener baches nunca, mirá cómo se ocupan de las grietas ni bien aparecen”, escribió un usuario. Otro bromeó: “¡Eso no es un bache, hermano! No viste las bocas de tormenta de Bs. As. City”.
Mientras tanto, en Argentina, los baches siguen siendo parte del paisaje cotidiano.