Una mujer de Tailandia vivió una experiencia tan impactante como inesperada luego de que una espina de pescado quedara alojada en su cuerpo y recién semanas después comenzara a asomar por su cuello.
Su historia se viralizó tras la publicación de una foto que su esposo compartió en redes sociales.
Todo ocurrió mientras Sang Lan comía mariscos. En ese momento sintió un pinchazo agudo al tragar un trozo de pescado. Intentó empujar la espina con pan y arroz, pero el dolor aumentó y decidió ir a la guardia de un hospital.
Allí, los médicos le realizaron una radiografía, pero no encontraron nada anormal. Confiando en que el malestar pasaría, la mujer volvió a su casa.
Sin embargo, pasados quince días, notó que tenía el cuello inflamado. Pensó que podía tratarse de un problema en la glándula tiroides, por lo que regresó al centro médico. Una nueva radiografía tampoco reveló ninguna anomalía, por lo que le recetaron medicamentos y la enviaron nuevamente a su hogar.
La sorpresa llegó poco después. Mientras intentaba calmar el dolor colocándose un parche analgésico, sintió una presión extraña. Fue entonces cuando notó que una pequeña espina comenzaba a sobresalir desde adentro de su cuello. El objeto medía dos centímetros.

Su esposo, Suriyan Buppa-art, fotografió el momento y lo compartió con un mensaje de advertencia para que más personas tuvieran cuidado al consumir pescado con espinas.
Finalmente, los médicos lograron extraer la espina y confirmaron que la mujer se encontraba fuera de peligro. La imagen generó miles de reacciones y comentarios en redes sociales, muchos de ellos recordando la importancia de revisar bien la comida antes de ingerirla.