Muchos perros que acompañan la vida familiar deben atravesar algunas enfermedades que afectan su motricidad. Eso le sucedió a la mascota de Giuliano Fazzi, diseñador industrial que no encontró solución para su problema.
A partir de esa experiencia, con investigación, aprendizaje veterinario, ortopedia y conocimientos de diseño, consiguió después de dos años la primera prótesis que fue tema de su trabajo final. Esa fue la génesis de un emprendimiento que hoy lleva más de ocho años.
A medida
Actualmente, en su empresa se diseñan y fabrican prótesis (también llamadas órtesis) totalmente a la medida de cada paciente. “No es posible hacer piezas estándar para estos problemas, porque no hay parámetros medios para fabricarlas en serie”, señala Fazzi, propietario de Ortopedia Canina Ringo.
El objetivo de estos elementos ortopédicos (que también se hacen para grandes especies, como los equinos) es lograr que el animal pueda convivir con un problema de motricidad de la mejor manera posible, tratando de mejorar su calidad de vida y evitar las severas consecuencias colaterales que pueden derivar de las luxaciones y rotura de ligamentos. “Estamos seguros de que un perro no vive feliz con tres patas. Las prótesis le permiten recuperar el uso de una extremidad con problemas y cuidar las restantes”, asevera el diseñador.
El proceso de fabricación es muy particular. Se trata de intervenciones interdisciplinarias, ya que se analiza a cada paciente tanto desde un punto de vista médico y también desde el diseño.
Diagnósticos, cirugías, medidas y articulaciones mecánicas se tienen en cuenta en su desarrollo. De esa manera, se consiguen productos ortopédicos que elevan notoriamente la calidad de vida del animal y se evitan los riesgos de futuras complicaciones. Vale la pena recordar que el mal control de una sola extremidad puede afectar al resto del cuerpo.
Adaptaciones
Como todo producto vinculado a un ser vivo, necesita un proceso de adaptación, regulación y ajustes para conseguir su mejor funcionamiento posible. “Ahora bien, es muy relativo saber cuánto tiempo puede llevar esto, ya que existen diferentes factores que pueden variar”, señala el especialista.
El fabricante también aclara que una vez lograda esa adaptación empieza un comportamiento diferente. “Es verdad que su problema estará siempre, pero lo que se pretende es que pueda transcurrir su vida de la mejor manera posible”, explica.
No son productos invasivos para el cuerpo del perro, y pueden quitarse cuantas veces se crea conveniente.
