Cada día, millones de transacciones online fallan sin una razón aparente, perjudicando tanto a usuarios como a comercios.
Detrás de ese “pago rechazado” hay una red compleja de validaciones, reglas de seguridad y decisiones automatizadas que, si no están correctamente optimizadas, pueden bloquear incluso operaciones legítimas. Y en América Latina, este fenómeno es particularmente frecuente.
Por qué se rechazan los pagos virtuales
Aunque parezca un error técnico menor, el rechazo de pagos online es un problema estructural. Según datos de Statista, hasta el 15% de los pagos digitales en la región son rechazados, aun cuando el cliente tiene fondos suficientes. Esto significa carritos abandonados, ventas perdidas y experiencias de compra frustrantes.
El problema suele estar en cómo se enrutan las transacciones: una serie de pasos técnicos entre el usuario, el proveedor del comercio, los adquirentes, las redes de pago y los emisores de tarjetas.
La inteligencia artificial como solución silenciosa
Frente a este desafío, la tecnología Smart Routing (Ruteo Inteligente) aparece como una respuesta eficiente. Se trata de un sistema basado en inteligencia artificial que evalúa en milisegundos cada transacción y elige la mejor ruta entre múltiples opciones para maximizar las chances de aprobación.
“Es como un GPS para pagos. Si una vía está congestionada, busca otra en tiempo real para que el dinero llegue a destino”, explica Federico Mazzoli, vicepresidente de producto de dLocal, una empresa global de pagos nacida en Uruguay que hoy opera en todo el mundo.
Gracias al aprendizaje automático, este sistema se ajusta dinámicamente según el país, el banco, el método de pago o incluso la hora del día.
Resultados concretos: más pagos, menos fricción
Las cifras respaldan la eficacia de esta tecnología. Comercios que utilizan Smart Routing han logrado incrementos de entre 8% y 20% en sus tasas de aprobación, lo que se traduce en más ventas, menos carritos abandonados y mayor fidelización de clientes.
En un contexto donde se proyecta que el volumen de pagos digitales en Latinoamérica se duplicará para 2027, según Americas Market Intelligence, la eficiencia en las transacciones será clave para competir en el mercado.
Una tendencia global en expansión
La inteligencia artificial ya es protagonista en el universo financiero. Según IDC y McKinsey, en 2023 las inversiones globales en IA superaron los US$ 300 mil millones, impulsando soluciones como Smart Routing que transforman la experiencia digital del usuario sin que este siquiera lo note.
Más allá de los números, lo relevante es el impacto cotidiano: pagos que se aprueban sin demoras, fraudes que se previenen sin afectar a los usuarios reales, y operaciones más seguras y fluidas.