Las estafas telefónicas evolucionaron y se volvieron más sofisticadas. Hoy, los delincuentes no solo buscan datos, también quieren la voz.
A través de llamadas falsas, graban respuestas simples que luego manipulan para cometer fraudes bancarios, suplantación de identidad o activación de servicios no autorizados.
Este tipo de delito, conocido como fraude del sí, se basa en inducirte a decir palabras clave como “sí”, “hola” o “aló”, que luego pueden ser editadas y usadas como prueba falsa de consentimiento.
Las 3 palabras más peligrosas en una llamada
Según expertos en ciberseguridad, estas son las tres palabras que jamás debés pronunciar cuando te llama un número desconocido:
- “Sí”: puede ser editado para autorizar transacciones, activar contratos o validar servicios.
- “Hola”: confirma que tu número está activo, y puede ser insertado en grabaciones simuladas.
- “Aló”: en algunos sistemas, activa respuestas automáticas o transfiere la llamada dentro de redes fraudulentas.
Los estafadores suelen hacerse pasar por empleados bancarios, servicios de mensajería o correo y hasta entidades gubernamentales, generando urgencia o confusión para obtener esa respuesta clave.
Cómo responder de forma segura
En lugar de responder con afirmaciones automáticas, los especialistas recomiendan usar frases neutras como:
- “¿Quién llama?”
- “¿De parte de quién?”
- “¿En qué puedo ayudarle?”
Otra estrategia útil es guardar silencio unos segundos y esperar que la otra persona hable primero, para evitar que tu voz sea grabada sin contexto.
Consejos clave para evitar fraudes telefónicos
- Nunca brindes datos personales o bancarios por teléfono, aunque digan que es “urgente”.
- Colgá inmediatamente si detectás presión, amenazas o pedidos inusuales.
- Revisá tus cuentas con frecuencia y activá alertas de movimientos.
- Denunciá los números sospechosos ante tu proveedor o a organismos como el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom).
- No transfieras dinero ni confirmes datos sin antes chequear la identidad de quien llama.