Era un simple operativo. Un operador de los domos de cámaras de seguridad divisó a ladrones intentando robar cables de un poste.
A los pocos instantes, policías en motos arribaron al lugar. Fue en esas circunstancias que uno de los ladrones extrajo un cuchillo y, según la versión oficial, se le fue encima a uno de los uniformados. El otro policía extrajo entonces su pistola de gas pimienta Byrna y efectuó dos disparos, desde corta distancia, contra el sospechoso.
La nube de gas pimienta hizo que el hombre se paralizara y terminara llevándose las manos al rostro. No obstante, alcanzó a patear la moto policial con toda su furia hasta que fue reducido y detenido.
El procedimiento sucedió en la mañana de este miércoles en calle Aviador Richardson de barrio Las Flores II, zona sur de la ciudad de Córdoba.
Desde que arrancó la utilización de esta arma no letal, a comienzos de agosto del año pasado, la Policía de Córdoba ya ha disparado postas de gas pimienta en al menos 500 procedimientos callejeros en la provincia. Esto significa que se han hecho disparos, en promedio, tres veces al día en el marco de operativos.
Fuentes oficiales indicaron que en la Capital ya fueron utilizadas en 200 oportunidades en estos cuatro meses. Las otras 300 veces fueron usadas en distintos puntos del interior.
La Byrna es una de las dos clases de armas no letales con que cuenta la Policía de Córdoba. Hay más de mil en poder de patrullas de calle como así también de cuerpos especiales como la Guardia de Infantería y hasta bomberos.
La otra arma no letal es la pistola Taser que lanza dardos electrificados. Sin embargo, este armamento está sólo en poder del cuerpo de elite Eter y tiene una utilización más restringida: es usado en situaciones de toma de rehenes o con personas que intentan quitarse la vida. El año pasado volvió a ser usada.
Respecto a la Byrna, fue adquirida en 2023 y está previsto que se adquieran varias miles más, según ya anticiparon desde la Provincia.
De hecho, y en el marco de un plan que ha despertado algunas críticas de legisladores de la oposición, está previsto de dotar estas armas a guardias privados y municipales. Este esquema, aprobado en la nueva ley de seguridad, comenzaría a aplicarse en el segundo semestre de 2024.
Olor a pimienta en las calles
Síntoma de estos tiempos, el uso de este armamento se extiende de manera progresiva en las calles de Córdoba.
Estas armas no letales fueron adquiridas a mediados del año pasado. De manera inicial, su uso estaba previsto sólo para situaciones de crisis con personas que atravesaban algún trastorno mental o en alguna toma de rehenes.
La explicación era simple: por día, en promedio, policías y bomberos deben acudir a “resolver” tres casos de personas con crisis psiquiátricas.
“La Policía tiene un problema hoy y es que entre la mano para defenderse y la pistola reglamentaria no hay nada. Y eso no puede ser. Es necesario el uso de un arma no letal”, supo decir la por entonces jefa de Policía de la Provincia, Liliana Zárate, al presentarlas. “El arma no letal es un paso previo al uso del arma de fuego y es clave. Luego de lo de Blas, la Policía tiene un protocolo de uso racional de la fuerza y las armas. Y las armas no letales serán claves”, dijo en su momento.
Armas con gas pimienta: características
Tras una rápida capacitación, los policías comenzaron a usar las armas en los barrios de la Capital.
El uso rápidamente se extendió para otras situaciones como detenciones de sospechosos “exaltados” o para cesar agresiones de vecinos en algunos procedimientos. Desde la Policía insisten que, cada vez, con mayor frecuencia son atacados a pedradas en los barrios en procedimientos para detener a ladrones.
Por ahora, en la Justicia no se conoce de causas abiertas por mal uso de ese equipamiento no letal. Se sabe que el año pasado un joven debió ser hospitalizado tras haber recibido una de estas postas en el cuerpo.
El actual ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, y el jefe de Policía, Leonardo Gutiérrez, han expresado que se seguirán usando las pistolas de gas pimienta e incluso se están repartiendo estos elementos en distintas ciudades del interior.
El gobernador Martín Llaryora ya expresó que quiere que las futuras patrullas municipales también las usen.
Con un sistema de aire comprimido, la pistola Byrna dispara una pequeña cápsula que, al impactar en el pecho de una persona, libera una nube de gas pimienta. Antes, provoca fuerte dolor. Esta nube, a su vez, tiene los efectos de un gas lacrimógeno.
Quien recibe el impacto queda inmovilizado unos segundos y puede ser “reducido” por uniformados.
Armas con gas pimienta: disparos y estrategia
