Una indignante situación se vivió la localidad de González Catán, partido de La Matanza: una joven de 29 años, junto a su madre de 50, fueron víctimas de dos hechos de inseguridad en pocas horas. El segundo asalto ocurrió cuando las mujeres se dirigían a hacer la denuncia por el primer robo.
Todo se dio el domingo. En horas de la mañana, Carina Berdón -la joven de 29 años- junto a su mamá estacionaron su camioneta Toyota Hilux cerca de la Feria de Calderón, entre Laferrere y Catán. En media hora, la alarma del rodado comenzó a sonar y, tras verificarlo, notaron que el vidrio trasero izquierdo estaba roto.
Los ladrones se llevaron unos $ 10.000 en efectivo, documentos personales y el certificado de discapacidad de uno de los hijos de Carina.
Tras esto, madre e hija se dirigían a la comisaría N°2 de Catán para radicar la denuncia. Sin embargo, en la dependencia les dijeron que no podían tomarles la denuncia si no tenían fotografías impresas de cómo había quedado la camioneta. Por ello, debieron retirarse y volver al cabo de unas horas con las imágenes.
A eso de las 16.50, mientras esperaban dentro de la camioneta que un familiar les alcance las impresiones, fueron asaltadas por segunda vez.
Carina relató que dos individuos se acercaron, y uno de ellos, al ver que eran dos mujeres, se aproximó a la ventana y la amenazó: “Bajate o te tiro”, dando a entender que tenía un arma. Este momento quedó registrado por una cámara de seguridad vecinal.
La situación escaló rápidamente. Carina, nerviosa y con el cinturón de seguridad puesto, no podía bajar. Ni bien logró desengancharse, el ladrón la “agarró de la campera y la tiró al piso”. Al mismo tiempo, otra persona se acercó, y Carina pensó que venía a ayudar, pero en realidad subió por el lado del conductor e intentó arrancar la camioneta. Su madre, sentada en el asiento del acompañante, intentó defenderse: “A ella le tiraban del pelo y le decían que le iban a pegar un tiro. Cuando estaban por arrancar la camioneta, mi mamá metió la mano y se la mordieron”.
En medio del forcejeo, la llave de la camioneta se rompió, lo que impidió que los delincuentes pudieran llevarse el vehículo. Carina, desesperada, también fue agarrada de los pelos, pero logró tomar un termo que se había caído en la parte trasera y comenzó a “pegar con el termo, a tocar bocina y gritar”. Finalmente, los dos asaltantes huyeron a la carrera, llevándose dinero en efectivo y un celular Xiaomi Redmi 13C que estaba en la cartera de la madre.
Minutos después, un patrullero de la Policía llegó al lugar. La mujer les contó la odisea de siete horas, expresando: “Parece un chiste, pero me robaron dos veces en un día”. Carina denunció que los agentes le comentaron que a los dos delincuentes los habían visto sentados en la esquina esa mañana, y los vecinos les habían dicho que “salieron de la cárcel hace poco”.