Próximamente se realizará un juicio por un siniestro vial ocurrido recientemente, en el cual sufrió severas heridas un motociclista en la avenida Rafael Núñez de la ciudad de Córdoba, en pleno barrio Cerro de las Rosas, cuando una camioneta giró en “U” y lo hizo chocar de manera violenta.
El episodio ocurrió en la madrugada del 9 de mayo, a las 2.28, a la altura del 3850 de la avenida principal de ese barrio. Allí, donde está el semáforo que da ingreso al tránsito de Emilio Pettoruti, se produjo el giro prohibido de la camioneta Toyota Hilux blanca que provocó que un motociclista impactara de lleno entre su puerta delantera y el guardabarros delantero izquierdos.
El motociclista que conducía una Honda Titán, Leandro Iván Zeballos Yupetti (29, de Saldán), quedó tendido boca abajo y sufrió un corte en la cara y severas heridas en uno de sus miembros: fractura de brazo (hueso húmero) y antebrazo (cúbito y radio).
El conductor de la Toyota huyó a toda velocidad y se perdió en las calles del barrio.

La investigación policial, al mando del fiscal de Distrito IV, Turno 3 de Córdoba, Juan Pablo Klinger, consiguió rastrear todo el recorrido de la camioneta blanca, a través de las cámaras de la vía pública, hasta “perderse” en la zona de pasaje Urtubey, barrio Bajo Pueyrredón de esta ciudad.
Luego, el trabajo de campo de policías que recorrieron el sector, consiguió dar con la camioneta y con quien sería su propietario.
El allanamiento a la casa del presunto conductor y otros lugares permitieron hallar elementos que coincidían con la escena del crimen vial, como restos de un espejo retrovisor. Además, hallaron un boleto de compra del vehículo y la misma llave. También fue posible encontrar el lugar secreto donde había quedado estacionada la camioneta desde la madrugada del siniestro vial.
Klinger ordenó la detención de Rodrigo José Micieli (32), quien tiene como oficio el de vendedor en un carro de churros en la avenida Bulnes, en la zona donde se realizan bailes.

En su indagatoria, Micieli reconoció haber cometido el hecho, según la descripción de la acusación y explicó que se había dado a la fuga porque le dio temor, debido a que en otra oportunidad había protagonizado un hecho similar -sin mayores consecuencias- y que, por detenerse, familiares de la víctima lo habían agredido.
Si bien admitió los hechos, el “churrero” no brindó mayor colaboración con algunos requerimientos de la investigación. Reconoció que había estado en el bar de billares El Kongo -a sólo 30 metros del lugar del choque- pero aseguró que no fugó por haber tomado alcohol, ya que él sólo consume agua.
Por la fuga, por esa falta de colaboración y por sus antecedentes penales, Micieli recibió el dictado de la prisión preventiva el pasado 4 de julio.
Dos condenas anteriores
Su anterior paso por Tribunales 2 de Córdoba indican dos condenas a Micieli en distintas cámaras del crimen: la primera (Cámara 7ª) por robo calificado de vehículo en la vía pública, portación ilegal de arma de fuego de uso civil y robo calificado por el uso de ganzúa en grado de tentativa, en concurso real; la segunda (Cámara 2ª), tentativa de robo y robo calificado por escalamiento en concurso real.
La primera vez le aplicaron tres años de prisión en suspenso, pero en la segunda recibió condena de tres años y medio, todo lo cual se unificó en la pena única de cinco años y seis meses de prisión. En 2020 recuperó la libertad.
A la prisión preventiva la defensa no se opuso y las actuaciones de Klinger terminaron hasta cerrar la investigación por la imputación de “lesiones graves culposas agravadas por darse a la fuga el conductor de un vehículo con motor y por no intentar socorrer a la víctima”.
La semana pasada, Klinger elevó la causa a juicio a una cámara del crimen.
Lo que en los primeros días de mayo era toda una incógnita, en menos de tres meses la causa recibió el cierre de la investigación con el vehículo secuestrado, el acusado confeso y abundante material probatorio para el debate oral y público.