Un escalofriante suceso conmocionó a Filipinas el 1 de enero de 2011, cuando el concejal Reynaldo Dagsa fue asesinado a sangre fría momentos después de tomar una foto familiar para celebrar el año nuevo. Lo más impactante del caso es que el propio Dagsa logró capturar a su atacante, Michael Gonzales, apuntándole con un arma en el fondo de la imagen, segundos antes de morir.
La fotografía, que rápidamente dio la vuelta al mundo, muestra a la hija, la esposa y la suegra de Dagsa sonriendo en la vereda de su casa. Sin embargo, la impactante escena que se desarrollaba detrás de ellas revelaba a Michael Gonzales apuntando claramente con un arma directamente hacia el concejal. Esta imagen se convirtió en una prueba clave e irrefutable para la investigación policial y en un símbolo del horror que vivió la familia.

Dagsa era reconocido por su labor en la aplicación de la ley y había sido fundamental para que Gonzales terminara en prisión por robo de autos. Esta historia previa culminó en tragedia: segundos después de apretar el obturador de su cámara, el concejal cayó abatido frente a sus seres queridos.
El caso de Reynaldo Dagsa estremeció a la sociedad filipina y puso en primer plano la violencia que enfrentan quienes luchan contra el crimen. Lo que debía ser un simple recuerdo familiar de Año Nuevo, terminó documentando el momento exacto en que la vida del concejal fue arrebatada.