La comunidad de Plottier se encuentra conmocionada tras el hecho ocurrido este miércoles por la tarde en el barrio Los Álamos, provincia de Neuquén. Una niña de ocho años, identificada como Catalina, fue atropellada por un patrullero que circulaba a alta velocidad y sin utilizar luces ni sirena. La secuencia del impacto sobre calle Realicó fue registrada por cámaras de seguridad privadas de un vecino.
El hecho resultó en graves consecuencias para la menor, quien permanece en terapia intensiva y con pronóstico reservado.
Detalles del trágico hecho
El vehículo policial, una camioneta, ingresó a calle Realicó a gran velocidad, levantando una nube de polvo. Catalina, que andaba en bicicleta, quedó tendida en el suelo, inconsciente, tras el golpe.
Según relatos de Javiera, madre de otra niña que se encontraba con Catalina, su hija “zafó por 5 centímetros” al alcanzar a saltar de la bicicleta justo antes del impacto, pues logró escuchar la aproximación del móvil “a todo dar”. La bicicleta de la niña herida quedó destrozada a un costado de la calle.
Vecinos y familiares corrieron al lugar de inmediato. La madre de Catalina llegó segundos después, en estado de shock. La agente que conducía el patrullero intentó asistir a la menor. El móvil policial se detuvo a unos 30 metros del suceso. Testigos denunciaron que la ambulancia tardó cerca de una hora en llegar.
El estado crítico de Catalina y denuncias de los vecinos
Tras el impacto, Catalina sufrió lesiones graves y convulsiones. Fue trasladada de urgencia al hospital de Plottier y, debido a la gravedad de su estado, derivada al hospital Castro Rendón, el centro de mayor complejidad de la provincia.
Según el testimonio de Javiera, la niña “está muy grave”. Catalina tuvo cuatro paros cardíacos el día después del hecho y tiene sus pulmones comprometidos. Además, debió ser intervenida en quirófano por traumatismo de cráneo y hundimiento de cráneo, requiriendo procedimientos para desinflamar el cerebro.
Otros móviles policiales llegaron al sitio para retirar a la mujer policía que conducía la camioneta, ya que se encontraba “muy mal”.
Respecto a la responsabilidad, el comisario policial afirmó que fue un “accidente”, declaración que fue refutada por Javiera: “el comisario dijo que fue un accidente, pero no fue un accidente”.
Patrón de conducción insegura y protestas comunitarias
La indignación vecinal se incrementó al cuestionar la falta de medidas de seguridad en el patrullero. Cuando los vecinos preguntaron por qué la sirena no estaba encendida, la respuesta fue que “no le funcionaba la sirena”. Al cuestionar cómo es posible que un patrullero opere en esas condiciones, la respuesta fue: “no puedo dar de baja un patrullero porque no andan las sirenas”. La policía argumentó que se dirigían a una urgencia.
Luego del traslado de la víctima, un grupo de vecinos manifestó su enojo frente a la Comisaría 46 del barrio Los Álamos. Los vecinos denunciaron que la Policía circula habitualmente a gran velocidad y sin sirenas.
Las protestas continuaron al día siguiente, donde aseguraron que el siniestro no es un hecho aislado. Los manifestantes aseguraron que este no es un problema único de la conductora, sino que existe un “patrón de conducción insegura”. En la columna de ingreso a la comisaría, se podía leer un cartel que decía: “Es un barrio, no una pista de carrera, señores y señoras policías de la 46”. La convocatoria busca pedir “Justicia por Catalina”.


























