Un hombre de 43 años, conocido como el “falso taxista” por operar con un vehículo sin licencia ni habilitación, fue liberado por la Justicia a pesar de ser acusado de estafar a más de veinte personas mediante el robo y uso de tarjetas de crédito y débito. El sospechoso, quien ya contaba con una condena previa por estafas y estaba bajo libertad condicional (probation), fue puesto en libertad por el juez Julio Rebequi, del Juzgado N°11, al considerar que no existían riesgos procesales, a pesar de que la pena en expectativa es de un mes a seis años de prisión.
La Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°5 de la Ciudad de Buenos Aires, especializada en Ciberfraudes, y el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal, lograron identificar al estafador tras meses de una “tarea fina” de investigación. La denuncia inicial provino de una víctima en noviembre pasado, quien reportó haber dejado su billetera y teléfono celular en un taxi y, al día siguiente, detectó consumos no autorizados por más de un millón y medio de pesos en diversas plataformas y comercios.
Modus operandi y la investigación
El falso taxista elegía la zona de la Costanera porteña para levantar pasajeros, especialmente aquellos que habían perdido sus reflejos “por el alcohol después de una noche de fiesta”. Aprovechaba la somnolencia de sus víctimas para quedarse con sus tarjetas de crédito y débito, las cuales luego “explotaba” realizando compras y transferencias. Las fuentes de la investigación señalan que el daño es doble para las víctimas: el perjuicio económico y la dificultad para reponer los plásticos o acceder a sus cajas de ahorro.
La investigación fue exhaustiva: se enviaron oficios a comercios, entidades bancarias y procesadores de pago solicitando registros fílmicos, comprobantes y datos de beneficiarios. Incluso se descubrió que en algunos comercios, el taxi falso aparecía estacionado en la puerta en imágenes de Google Maps, e incluso se le permitía realizar transacciones con dispositivos posnet que él mismo portaba. La información de Mercado Pago fue crucial, al detectar transferencias vinculadas a los consumos fraudulentos que llevaban a otras cuentas bancarias.
La identificación del sospechoso se logró mediante el cotejo de imágenes de cámaras de seguridad con información del Registro Nacional de las Personas (Renaper) y la colaboración de la División Identificación Criminal de la Policía de la Ciudad, y luego la División Fraudes Bancarios. Finalmente, se obtuvo una orden de allanamiento para su domicilio en Glew, provincia de Buenos Aires.
Evidencia contundente y la sorpresa judicial
En el allanamiento, las autoridades se sorprendieron por la cantidad de elementos incautados: 18 tarjetas de crédito, 6 tarjetas de débito, 6 dispositivos posnet, 4 teléfonos celulares, 1 cédula azul, 4 licencias de conducir, 13 documentos nacionales de identidad (DNI) y dinero en efectivo. Aunque se encontraron tarjetas de 18 personas, los investigadores sospechan que el número total de víctimas oscila entre 20 y 30, lo que indica que llevaba tiempo realizando esta maniobra.
A pesar de las pruebas recabadas y la imputación por el delito de defraudación con tarjeta de crédito o débito obtenida ilegalmente, el juez decidió no dictar la prisión preventiva, dejándolo en libertad. Fuentes de la investigación manifestaron a Infobae que “las penas son muy bajas y este tipo de delitos crece de manera exponencial”.