El dolor sigue latente en la familia de Rafael Hernán Severini, el conductor de 53 años asesinado de manera violenta mientras conducía un auto de una aplicación en la zona rural de La Carbonada, al sur de Córdoba. Su cuerpo, hallado el pasado domingo 4 de mayo en un pastizal, presentaba múltiples heridas, incluyendo cortes de arma blanca y golpes, según confirmaron fuentes judiciales.
La fiscala Lourdes Quagliatti imputó este viernes a un hombre por homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego y ordenó su detención.
Un segundo sospechoso, ya identificado, permanece prófugo. Las investigaciones continúan, con la fiscalía analizando cada pista para reconstruir los hechos.
El abogado Carlos Nayi, en representación de los hijos de Rafael, solicitó ser querellante en la causa. En la familia de la víctima se impone el desconsuelo ante la pérdida, pero advierten que irán hasta las últimas consecuencias para obtener justicia.

Dos veces víctima de la inseguridad
Rafael no solo era un conductor esforzado, sino un padre abnegado. Su hijo mayor, Nicolás Severini, reveló a La Voz que su padre trabajaba “prácticamente todo el día” para sostener a su familia.
Incluso había alquilado un Volkswagen Polo para aumentar sus ingresos y brindar mejores oportunidades a su hija menor, de 20 años.
Ese era el auto en el que prestaba servicio de transporte por la aplicación Uber.
Pero la tragedia ya lo había rozado antes: hace un mes, en barrio Pueyrredón, había sufrido un intento de robo cuando entregaba pedidos en moto.
“Aquella vez también le gatillaron”, recordó Nicolás, lamentando el patrón de violencia que culminó con su muerte.
A pesar de aquel robo, el hombre no bajó los brazos. Siguió trabajando, ahora con mayores recaudos. Cada tanto volvía a recordar aquel penoso episodio que todavía le provocaba temor.
“Vivía por los chicos, laburaba todo lo que podía, todo el día y en todo lo que podía. Hacía todo esto para mantener a su hija. Tenía esa conciencia de hombre esforzado, que nunca bajaba los brazos”, dijeron sus allegados.
Y agregaron: “Estaba preocupado porque la inseguridad en el barrio siempre fue en escalada, pero él nunca se quedaba de brazos cruzados. Lo único en lo que pensaba era en el bienestar de los demás, de los suyos”.
La comunidad, en duelo
Rafael no sólo dejó un vacío en su familia. Era un referente en el grupo Scout San Cayetano, donde pasaba las tardes de los sábados, con gran dedicación, compartiendo enseñanzas y experiencias con un grupo de chicos.
“Era muy querido y representativo”, destacaron. Vecinos y compañeros lo describen como una persona solidaria y comprometida, cuya pérdida ha sido “tan inesperada como inconsolable”.
Este sábado, la comunidad se reunirá con otro tono. “Siempre que estaba él era motivo de regocijo. Esta vez el dolor es irreparable”, expresaron.
Ahora se reunirán para despedirlo con una misa en la cripta Nuestra Señora de Lourdes, a las 16. “Es un adiós colectivo para quien, en vida, supo unir a otros”, comentaron.

La comunidad lo recuerda como un hombre de servicio, que siempre estaba dispuesto a solucionar los problemas y a brindar nuevas ideas para sus scouts.
La misma solidaridad que profesaba hacia dentro de su casa, con sus hijos y su familia, era una práctica frecuente en el grupo San Cayetano, según reconocen quienes compartían tiempo con él.
Buscan a un prófugo
Por lo querido que era en su entorno, tras el hallazgo del cuerpo de Rafael Severini en La Carbonada, con heridas de arma blanca y golpes, los investigadores se inclinaron por la hipótesis de un robo violento desde un comienzo.
“No tenía enemigos, nadie le hubiera querido causar un daño”, contaron en el entorno de la víctima.
Su auto, un Volkswagen Polo gris, sigue sin aparecer, junto con otras pertenencias sustraídas.
Según los pesquisas, el modus operandi –violento y desprolijo– habría colaborado para despejar, desde un inicio, la posibilidad de que hubiera sido objeto de una venganza.
“No es la mecánica de una pelea o una disputa”, señaló una fuente con acceso a la investigación.
El hallazgo del cuerpo lo hizo una joven que transitaba por la zona, cerca de la ruta 9 sur, quien alertó a su padre y este a la Policía.

La fiscala Quagliatti coordina desde las últimas horas un operativo con Homicidios e Investigaciones, tras confirmarse la detención del primer sospechoso.
Según detallaron los investigadores, persiguen a quien sería el cómplice del primer imputado.
Robos a conductores
En Córdoba, el robo contra choferes de aplicaciones es un hecho frecuente que causa una gran preocupación entre las autoridades de Seguridad.
Los asaltos, muchas veces cometidos por bandas que usan la modalidad “piraña” (falsos pasajeros que atacan al llegar), se replican en todos los puntos de la ciudad y actualmente se extienden hacia localidades próximas a la Capital.
En varios casos, los victimarios son menores de edad, y en varios episodios no se registran denuncias por temor o informalidad laboral.
Para colmo, ahora se impone una nueva modalidad: el ataque a los choferes de motocicleta, que prestan un servicio similar al de los conductores de automóviles.
En este caso el problema es más complejo porque al conducir un vehículo de menor porte, resultan ser un blanco más fácil para los delincuentes.